La futura estación de trenes de San Cristóbal, cuya remodelación acaba de sacar a concurso el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), reserva espacio para 18 locales comerciales y cafeterías, un tercio de ellos en un pabellón acristalado que se situará en el espacio que actualmente ocupan las vías dentro del edificio ya existente. Suman más de 1.200 metros cuadrados, y, según el Concello, cuando se apruebe definitivamente la modificación del ordenamiento municipal de la intermodal, se los considerará parte de los 5.100 metros cuadrados que se reservarán para “usos complementarios de carácter lucrativo”. Pero, según han señalado fuentes de Adif a este diario, los establecimientos comerciales “no deberían estar incluidos” en este apartado.
De acuerdo con el ente, de titularidad pública y dependiente del Ministerio de Transportes, pese a que estos locales puedan generar su naturaleza no es “de carácter lucrativo” dado que no se van a vender. Según argumenta, “quedan integrados funcional y jurídicamente con el uso ferroviario, permaneciendo Adif como titular y sin que sean enajenables”. Todo lo que haya en la estación, incluido los comercios, según interpreta Adif basándose en la Ley 38/2015 del Sector Ferroviario” es “parte inseparable de la infraestructura ferroviaria”.
¿Y qué uso le corresponde a estos espacios? De acuerdo con Adif, formarán parte de los “los usos asociados al ferroviario no lucrativos de carácter comercial, industrial o de servicios” para los que el plan, que fue aprobado provisionalmente por el pleno municipal en mayo, reserva el 50% de la edificabilidad. La interpretación de Adif es que este tipo de usos “se pueden materializar junto a la remodelación de la estación sin más problemas” siempre que se cumpla el tope citado, aunque la modificación de la normativa urbanística municipal aún no se haya formalizado.
Siguiendo la explicación de Adif, si se ejecutase una superficie total de 10.000 metros cuadrados, “se pueden ejecutar hasta 5.000” destinados a usos como “cafeterías, tiendas, quiosco de prensa”. El propietario será Adif y “se concederán o arrendarán” a los que los exploten.
El proyecto de la reforma de San Cristóbal contempla unos 8.620 metros cuadrados para los edificios de los que contará la nueva estación: la actual, con el vestíbulo expandido y dos zonas con locales administrativos y comerciales a los lados, y un nuevo espacio intermedio antes de llegar a las vías que actuará como área de embarque.
A mayores, se construirá un nuevo edificio administrativo con más de 1.800 metros cuadrados de superficie construida, así como unos 8.800 metros cuadrados de andenes y cerca de 18.500 metros contando las zonas urbanizadas, la nueva pasarela peatonal y parte de un vial subterráneo.
Pese a la explicación que ha dado Adif a este diario, la página 289 de la memoria del proyecto lista los dos tipos de usos, tanto los usos comerciales, industriales y de servicios para los que se reserva un 50% de la edificabilidad como los de carácter lucrativo, y señala que “el presente proyecto no contempla ninguno de estos dos tipos de uso”.
5.100 metros, por definir
Los 5.100 metros cuadrados con carácter lucrativo que se le permiten a Adif en el plan especial provisional no cumplirían los requisitos de los locales comerciales, esto es, quedar “integrados funcional y jurídicamente con el uso ferroviario, permaneciendo Adif como titular y sin que sean enajenables”. Se corresponderían, por tanto, a edificaciones que se podrían hacer en la parcela pero independientes de la propia estación y del uso ferroviario, y el ente público podría conseguir ingresos con ellos.
Según señala Adif, estas construcciones “no pueden materializarse” hasta la aprobación definitiva del plan especial para la zona, que las “ubique” en el recinto. Esta edificabilidad, señala el ente público, “deberá ser previamente estudiada por los responsables de la explotación de la estación, teniendo en cuenta el proyecto de remodelación en su imagen final”. Luego se trasladarían al plan especial.
En el pleno en el que se aprobó de forma provisional la modificación urbanística para la intermodal, el concejal de Urbanismo, Francisco Díaz Gallego, destacó que la reducción de este tipo de usos en el plan, y afirmó que en un primer momento se reservaban 45.000 metros cuadrados. “No se proyectó un metro comercial” que amenace al comercio del barrio, indicó en contraposición a las críticas de Marea, BNG y la concejala no adscrita, que se abstuvieron en la votación del plan.
Tres cafés y un área comercial
La rehabilitación de la estación de trenes implicará retirar las vías, que ahora penetran en el edificio histórico, más de ochenta metros. El espacio sobrante se convertirá en un gran vestíbulo en cuyo centro se situará un pabellón acristalado con seis locales, que suman unos 370 metros cuadrados de superficie comercial. En origen, este pabellón iba a ser mayor, pero por petición del departamento autonómico de Patrimonio se suprimió uno de sus corredores.
En el lateral izquierdo observando a las vías, el más próximo a la avenida del Ferrocarril, seguirá habiendo una cafetería, junto con media docena de módulos comerciales, si bien la mitad son de tamaño muy reducido y quizás no se alquilen de manera independiente.
El despacho de billetes, que actualmente está en esta zona, pasará al otro lateral de la estación, el más próximo a la avenida de A Sardiñeira. Aquí se encuentra un edificio anexo al principal, de dos plantas, que se remodelará.
En su planta baja se reserva espacio para otra cafetería y dos locales para alquilar, de unos 80 metros cuadrados cada uno. Entre el edificio histórico y las vías se construirá una nueva zona de embarque, que tendrá una tercera cafetería y un local de alquiler de vehículos.
