La familia Diego Bello, que murió en Filipinas a disparos de la policía, denuncia que las autoridades policiales de aquel país no hacen lo suficiente para cumplir la orden de arresto contra los tres agentes investigados por la muerte del coruñés. Los familiares del joven de A Coruña aseguran que los tres policías continúan en paradero desconocido dos meses después de que un juez de Filipinas ordenara su detención y acusan al departamento de policía del Gobierno filipino de intentar "dilatar lo más posible su detención, no acatando las órdenes judiciales, en abierto desprecio a la independencia del poder judicial y a la separación de poderes, y en flagrante violación del estado de derecho", según expone la familia en un comunicado.

Los familiares del joven coruñés recuerdan que el juez filipino encargado del caso del departamento de Surigao del Norte, donde vivía Diego Bello, decretó el pasado 25 de Marzo la detención e ingreso en prisión sin fianza de tres policías filipinos acusados del asesinato de Diego.

"El capitán Vicente Panuelos y los sargentos Ronel Azarcón y Nido Boy Esmeralda cometieron, presuntamente, el asesinato de Diego el 8 de enero de 2020 en la localidad de General Luna en la isla de Siargao, donde residía Bello desde hacía dos años; según el informe del National Bureau of Investigation, los policías le dispararon, presuntamente, a sangre fría hasta provocarle la muerte y luego, así reza en el informe anteriormente citado, pusieron en sus manos una pistola y unos gramos de cocaína para así poder decir que Diego les había disparado primero, que fue en defensa propia y que era un gran traficante de droga", expone la familia de Diego Bello en un comunicado.

Recuerdan además que el juez del caso, ante este informe, decretó la detención y arresto de los tres policías, dada la gravedad de la acusación y las pruebas en su contra que se habían hallado. A pesar de esto y después de transcurridos más de dos meses. "Esta semana se ha conocido que por parte de la Policía Nacional Filipina, se les concedió un permiso a los agentes investigados, a los cuatro días de habérsele notificado a la policía la orden de arresto", denuncian los familiares.

Tanto la familia de Diego Bello como sus representantes legales en Filipinas sospechan que el departamento de Policía del gobierno filipino "no están haciendo los esfuerzos necesarios para la detención de los presuntos asesinos del joven coruñés y que más bien se está intentando dilatar lo más posible su detención, no acatando las órdenes judiciales".

JUSTICIA

La familia de Diego Bello anuncia que va a "redoblar esfuerzos" para conseguir justicia para Diego, como viene haciendo desde hace más de dos años cuando el joven fue presuntamente asesinado por agentes de la autoridad en Filipinas. Reclaman "una acción decidida de las autoridades de este país para llevar a la justicia a los responsables del asesinato" de Diego Bello para mejorar "la imagen de impunidad y de falta de respeto a los derechos humanos que Filipinas ha venido tristemente proyectado al exterior en los últimos años".