En la puerta de un garaje de la calle Curros Enríquez nos encontramos estos días un cartel que explicaba que si alguien aparca en la rampa “los coches no salen”, subrayado y el “no” rodeado con un círculo rojo cual apunte de treceañera. Luego viene una explicación en palabras simples de que se llamará a la grúa, acompañado, para analfabetos, con un dibujo del vehículo municipal arrastrando un coche, un mensaje para un nivel de comprensión lectora tipo Atapuerca. Pensamos que si alguien necesita tantas indicaciones para entender que no debe ponerse delante de un vado tampoco habría que dejarle conducir, y tenemos reservas con votar, abrir cuentas bancarias y poseer cuchillos.