El Club del Mar de San Amaro rechazó ayer, en su asamblea, subir las cuotas de forma extraordinaria para hacer frente a los gastos que genera la piscina municipal, cubierta, y que, actualmente, no cubre con el número de usuarios. El presidente de la entidad, Alberto Santalla, explicó ayer que el club presentará este martes un escrito al Concello para solicitarle la resolución del convenio por el que el Club del Mar gestiona este servicio municipal y que está en vigor hasta marzo de 2023.
El Gobierno local indica que la entidad tiene la concesión vigente hasta marzo de 2023 y advierte de que rescindir el convenio de manera unilateral conllevaría una penalización para el club. La entidad, sin embargo, se escuda en que el incumplimiento del Concello de llevar usuarios a la piscina para generar recursos es una razón suficientemente válida como para desentenderse del acuerdo de gestión.
Con este movimiento, la entidad pretende que el Concello se haga cargo de la piscina y de los gastos que genera —estimados en unos 24.000 euros mensuales— y que libere al club de las obligaciones derivadas de gestionar este servicio. En el escrito, la entidad solicitará también al Concello que abone daños y perjuicios causados a las cuentas del club, que estima en 400.000 euros, acumulados durante los últimos años y, sobre todo, a raíz de la pandemia.
La concejala de Deportes, Mónica Martínez, explicó que, desde que tuvo constancia de los problemas que atravesaba el Club del Mar ha trabajado con ellos en busca de soluciones. “Por desgracia, para arreglar el problema del Club del Mar no es suficiente ocupar calles de la piscina con Escuelas Deportivas Municipales en los horarios que les quedan libres. Seguimos apostando por este club, emblema de la ciudad, y que pasa por momentos muy delicados desde hace años. El Gobierno municipal trabaja para garantizar su viabilidad económica en un contexto de crisis energética que dispara los gastos de una entidad que mantiene dos piscinas, un pabellón y un gimnasio”, comentó Martínez en relación a este caso.
Otro de los requerimientos que realiza el club es que el Concello subrogue a los trabajadores que prestan servicio en las instalaciones, en caso de que se decida por sacar a concurso este contrato y que una empresa les tome el relevo al frente de la piscina.
El presidente de la entidad explica que los socios del Club del Mar tomaron estas decisiones “por el incumplimiento de los compromisos” del Concello, ya que, en el acuerdo entre ambas partes, el Ayuntamiento reservaba unas horas y unos espacios en la piscina para cursos municipales —aproximadamente 2.150 plazas cada mes—. “El Ayuntamiento estaba obligado a generar usuarios y no lo ha hecho”, explicó ayer el presidente del Club del Mar.
En la asamblea, que se desarrolló en un ambiente tenso, los socios se posicionaron en contra de subir las cuotas, tanto de hacerlo de manera puntual, con una aportación de 40 euros por cada uno de los usuarios; como de incrementar las cuotas hasta febrero de forma gradual hasta conseguir 120.000 euros. En este punto, se generó mucho debate, ya que los usuarios individuales sufrirían un incremento mayor en porcentaje que las familias. En la votación participaron aproximadamente 140 personas.
A pesar de que el Club del Mar presente este escrito mañana y de su intención de desentenderse de la piscina municipal, el servicio seguirá funcionando estos últimos días de julio. En agosto, como todos los años, se cerrará para realizar tareas de mantenimiento. El Club del Mar, según comentó su presidente, se está viendo lastrado por las pérdidas generadas por la piscina, ya que ha perdido usuarios con la pandemia y también porque se han encarecido los costes de mantenerla abierta, toda vez que se ha incrementado el precio de la luz y de otros suministros.
