Oposiciones en Galicia: más de un año pendientes del DOG

Aspirantes de A Coruña que se presentaron a exámenes de la Xunta en 2021 esperan aún a que se resuelvan sus concursos y desconocen si tienen plaza o cuándo los llamarán para trabajar

Convocatoria de oposiciones en Silleda, en marzo de 2021.   | // LOC

Convocatoria de oposiciones en Silleda, en marzo de 2021. | // LOC / Gemma Malvido

“Yo me apunté en noviembre de 2019 y mis oposiciones llevaban doce años sin salir. Eran para cubrir 86 puestos, con la oferta pública de empleo de 2017 y 2018. El examen, que es tipo test, lo hicimos el 27 de marzo de 2021; las notas las publicaron en junio y, a día de hoy, aún no sabemos nada”, relata una joven opositora que optaba a una plaza de educadora social convocada por la Xunta y que lleva casi año y medio esperando, porque no sabe oficialmente si tiene plaza o no.

No es la única ni se trata de un despiste o un error, en su misma situación están cientos de personas que consultan el Diario Oficial de Galicia cada noche para saber si proceso se ha cerrado ya y pueden seguir adelante. Otra opositora, en este caso, que se presentó a la convocatoria para ingresar en el cuerpo superior de Administración Xeral de Galicia, sabe que ha conseguido la plaza porque superaron las pruebas menos candidatos de los puestos que se ofertaban, y porque su nombre ha salido el 6 de julio en el Diario Oficial de Galicia como una de las 76 personas aprobadas pero, desde entonces, nada más.

El último examen lo hizo en junio del año pasado y la nota, la recibió en diciembre, cuando ya había hablado con su preparador para seguir estudiando para no perder la siguiente convocatoria, en caso de haber suspendido.

Ella, como tantos otros, no sabe ni cuándo ni para dónde ni para qué la llamarán, así que, por ahora, es todo una incógnita. Mes tras mes, los compañeros que han aprobado y que comparten un grupo de Whatsapp, se dan las explicaciones que encuentran extraoficialmente, porque oficialmente, denuncian que no saben nada.

Saben que hay factores que pudieron haber alterado su proceso, como que es la primera vez que se hace concurso-oposición en su grupo, o el cambio de presidente de la Xunta y la remodelación del Gobierno, también que, durante su espera, salió una sentencia que obliga a conceder la plaza a los interinos que lleven más de cinco años en el mismo puesto, aunque nada de eso les consuela ni soluciona sus problemas ni su incertidumbre. “Eso es lo que creemos los opositores y las explicaciones que nos damos cuando nos ponemos a hablar, porque no damos crédito”, confiesa esta mujer, que reconoce que la situación es “frustrante” porque no pueden hacer nada más que esperar.

Los casos se agravan cuando entra en juego la conciliación con hijos pequeños o con el cuidado de personas dependientes, también cuando se acaban el paro y las ayudas económicas y no entra ningún ingreso.

Cuando esta mujer supo que había aprobado, empezó a hacer sus cálculos. “Lo primero que pensé es que menos mal que no tenía que volver a estudiar y qué bien que ya tenía trabajo”. Después, empezaron a pasar los meses y ya llegó el agobio de cómo se organizaría si la llamaban en verano o para un sitio alejado de la ciudad y llegó también el tener que contestar a todo el mundo que, de lo suyo, todavía no sabía nada y que no, que todavía no había empezado a cobrar su sueldo de funcionaria.

“Nosotros ni siquiera sabemos si los que hemos aprobado tenemos plaza o no porque no han resuelto la fase de concurso, que vale un 40% de la puntuación total. Hicimos un grupo de Telegram en el que las casi 170 personas que aprobamos cubrimos un Excel con los méritos de cada uno para tener una orientación de dónde estamos”, explica esta joven, que es una de las casi 2.000 opositoras que se presentaron a la convocatoria de Educación Social de la Xunta, y que se ha convertido en “adicta” a consultar el Diario Oficial de Galicia a las doce de la noche y la página web de Función Pública a cualquier hora, para saber si puede ya “dejar de esperar”.

Cuando se presentó a la oposición, tomó la decisión de parar de estudiar hasta que se resolviese la convocatoria. Su plan, como el de otras muchas compañeras y compañeros, era tomarse unos meses de descanso y, si no conseguía la plaza, retomar los estudios para presentarse también a convocatorias de ayuntamientos y con la idea de independizarse rondándole la cabeza. Casi un año y medio después del examen, ni una cosa, ni la otra.

“He perdido convocatorias porque pensaba que esto saldría pronto. A día de hoy, no sé si volvería a opositar a la Xunta, porque esta espera... La vida sigue y tú no puedes. Me apunté a las listas en 2019 y, cuando hay empate, desempatan por edad, yo, como soy de las pequeñas, estoy de las últimas, al haber aprobado esta oposición, subiría en la lista y me podrían llamar para trabajar, pero no se actualizan hasta que los que aprobados escojan su plaza. Es una situación muy injusta”, relata la aspirante, que en junio del año pasado decidió aceptar un empleo de 30 horas para tener unos ingresos mientras no le salía la nota.

"La vida sigue y tú no puedes"

Para llegar bien preparada al examen, esta joven iba a una academia y estaba en la biblioteca desde las 8.45 horas hasta las 13.45 h. Hacía un descanso para comer y volvía a las 15.45 h. y se quedaba estudiando hasta las 20.00 h. Al principio, descansaba los fines de semana, al final, ya ni eso. Ella lo consiguió gracias a su familia, que la ayudó durante los meses que se dedicó a estudiar a tiempo completo, otras personas, sin embargo, no cuentan con este soporte.

“La Xunta, en Administración Xeral, y el Sergas, tiene unos procesos muy largos. Pasa mucho tiempo entre que sale la Oferta Pública de Emprego, entre que se convocan las plazas, se hacen los exámenes y se adjudican. No es como en Educación, por ejemplo, que es siempre igual: exámenes en junio y julio, notas unas semanas después, y en septiembre, los que sacaron plaza empiezan a trabajar”, explica Alfonso Villares, que es socio fundador de la academia Nós Oposicións.

“Hay personas que hicieron el examen e A1 y A 2 en junio del año pasado y que saben que aprobaron y que tienen plaza, pero todavía no tomaron posesión de ella, así que, más de un año después de hacer las pruebas, no han empezado a trabajar”, relata Félix Doce, que es responsable de oposiciones de Academia Postal, y que explica que la Xunta suele acumular varias ofertas de empleo antes de convocar las plazas, de modo que, alguien que se anotó en la convocatoria de 2019 puede hacer el examen tres años después.

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