La Opinión de A Coruña

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INICIO DEL CURSO 2022-23 EN A CORUÑA

Los vigilantes de la vuelta al ‘cole’ en A Coruña

Arranca el curso y la Policía Local recupera su dispositivo de tráfico para evitar problemas en los accesos, aunque recomienda “dejar el vehículo privado y dar más autonomía a los niños”

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Los vigilantes de la vuelta al cole en A Coruña Casteleiro / RollerAgencia

De nuevo septiembre y otro curso que arranca. Esta vez, antes de lo previsto. Un 8 de septiembre en el que volvieron a clase los alumnos y alumnas de todos los niveles educativos. Desde los tres a los 18 años. Algunos con periodo de adaptación, otros con horario completo. Todos dispuestos a dar la bienvenida a un curso que destaca por la vuelta a la normalidad. Adiós a las mascarillas, las distancias y los grupos burbujas. Vuelven los recreos de todos con todos, compartir material escolar y abrazar al compañero. Y, como cada septiembre, vuelve también el dispositivo especial de tráfico. Desde la sala de pantallas de la Policía Local y a las puertas de colegios e institutos, los agentes controlan el tráfico y tratan de evitar problemas o retenciones. “Esta primera jornada ha sido tranquila”, resume el inspector principal de la Policía Local y jefe de la Unidad de Tráfico, José Manuel Rico.

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Besos, abrazos y sin mascarillas en el inicio del curso escolar Casteleiro / Roller Agencia

Doce centros educativos forman parte del listado de control que tiene el 092. “En ocho de ellos tenemos presencia permanente en entradas y salidas. A los otros cuatro vamos en función de la disponibilidad y las necesidades”, detalla. Los policías son los vigilantes de esta vuelta al cole. Desde las pantallas, pueden ver los accesos y comprobar si hay problemas por la doble fila o los estacionamientos indebidos. La lluvia también es un factor clave. Y ayer, por supuesto, hizo acto de presencia. “En septiembre, y este año todavía más porque el colegio empezó pronto, coincide la vuelta de las vacaciones, el incremento del tráfico y el transporte escolar. Con mal tiempo se nota más porque los padres quieren dejar a sus hijos en la puerta”, comenta.

Alumnos del San Francisco Javier posan en la puerta del centro CARLOS PARDELLAS

Hay colegios, como el Anxo da Garda, que se encuentran en zonas peatonales, por lo que ahí apenas hay problemas. Otros entornos tienen más obstáculos. “Como Eusebio da Guarda, Grande Obra de Atocha, Liceo La Paz o Salesianos, porque son zonas con mucho tráfico”, explica, y añade que se tiene en cuenta “número de escolares e incidencias”.

La labor de los agentes del 092 se centra en “intentar que los vecinos no se vean afectados y los padres dejen a sus hijos en buenas condiciones”. Es la búsqueda de un “equilibrio” que no siempre es fácil. “Sabemos que para algunos somos demasiado duros y para otros muy blandos, pero lo que intentamos es mitigar los efectos de la doble fila y de los estacionamientos para dejar a los alumnos”, detalla Rico, que recuerda que en algunos centros ese problema se ha erradicado. “En Dominicos se ha colocado una barrera en la acera y no se puede aparcar”, indica.

El jefe de la Unidad de Tráfico expone que “afortunadamente en los últimos años en el entorno de los centros no hay una siniestralidad relevante”. Y esperan que la situación continúe así, aunque reconoce que le gustaría que se utilizase menos el vehículo privado. “Todavía se utiliza bastante y hemos notado que ha descendido el número de usuarios del transporte escolar, ya sea por costes o horarios, pero eso hace que se use más el coche”, analiza, y propone “dejar el vehículo privado y dar más autonomía a niños y niñas”.

Así, la Policía Local forma parte de programas de caminos escolares seguros para “potenciar que los alumnos y alumnas sean autónomos y puedan ir por sí solos al colegio”. “En algunos sitios conseguimos que se haga más rápido y en otros hay que esperar más tiempo”, declara Rico, para quien es importante esa labor de “concienciación”, de intentar que las familias “usen menos el vehículo privado”, aunque en colegios que están a las afueras de la ciudad esto es “más complicado”. Pero también se puede compartir trayecto. Todo es una cuestión de “equilibrio”, que es lo que busca el 092.

Risas, lágrimas y reencuentros en el primer día

La de ayer fue una jornada de lloros, como suele ser habitual. Sobre todo entre los pequeños de tres años, a los que les toca empezar el colegio. La mayoría de estos pequeños tuvo un periodo de adaptación que poco a poco se irá ampliando hasta llegar al horario completo. Pero también hubo muchas risas y abrazos en los reencuentros con los compañeros. Algunos nerviosos porque cambiaban de clase y otros deseando conocer los nuevos retos de este curso. El Eusebio da Guarda, que había solicitado aplazar el inicio de las clases por las obras, finalmente retomó la actividad en la jornada prevista utilizando el parque de la plaza de Pontevedra como patio, aunque la jornada de lluvia no dejó mucho margen para el juego al aire libre. Muchos alumnos presumían de mochila nueva y otros, incluso, de paraguas. Los de Bachillerato no tuvieron mucho tiempo de disfrute, pues los profesores ya empezaron a introducir temario para no perder tiempo. Hoy, más y, quizá para muchos, mejor.

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