La Opinión de A Coruña

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A Coruña se despide del verano con el triple de rescates en las playas que hace cuatro años

Los socorristas, que señalan que fueron meses de “mucha afluencia” de usuarios, intervinieron en 22 ocasiones para sacar a bañistas del mar, la mayoría arrastrados por la corriente | Cortes y picaduras, las incidencias más comunes

Dos socorristas vigilan la zona de baño de O Parrote, abierta este verano. | // VÍCTOR ECHAVE

A Coruña se ha despedido del verano a pesar de que siguen las altas temperaturas y las playas todavía reciben bañistas. Sin embargo, el servicio de socorrismo acabó su turno el 15 de septiembre y puso fin a tres meses de rescates, cortes y picaduras. Un verano, además, que se recordará por la “gran afluencia a las playas”, según informa la propietaria de Top Rescue y presidenta de la Federación de Salvamento y Socorrismo de Galicia, Nuria Rodríguez. En total, los socorristas realizaron 22 rescates, la cifra más alta de los últimos seis años.

“No todos son rescates graves. La mayoría son de bañistas que no pueden salir del agua por culpa de las corrientes”, detalla Rodríguez. Los datos revelan que la mayor parte de estos rescates, 15, fueron en la playa del Orzán. No hubo ninguno en As Lapas ni en San Amaro ni en O Parrote. La cifra contrasta con la de 2018, cuando se registraron solo seis rescates. En 2022 se triplicaron.

Los profesionales que vigilan los arenales de la ciudad —Riazor, Orzán, As Lapas, San Amaro y Oza, a las que este año se unió la zona de baño de O Parrote— contabilizaron un total de 596 incidencias, 128 más que el año pasado y 164 menos que en 2019, el verano anterior a la pandemia. La lista siempre la lideran los cortes. Este verano fueron 212, también la cifra más alta de los últimos seis años. “Son sobre todo cortes en las rocas porque por la arena apenas hay cristales ya que las playas se limpian todos los días”, comenta la presidenta de la Federación de Salvamento y Socorrismo de Galicia, que recuerda que los socorristas “también atienden a usuarios que estén en el paseo marítimo y necesiten su ayuda”. Agradece, de hecho, que el servicio cuente con “una ambulancia y un médico”, algo que “pocas playas tienen”. “Es un lujo y una gran ventaja. Una persona con una herida abierta se puede ir de la playa con ella cosida sin necesidad de ir al centro de salud”, expone.

Los socorristas atienden también heridas superficiales (62), traumatismos (30), daños oculares (18), ampollas (5), hemorragias (3) y quemaduras (2). Y, a pesar de ser uno de los veranos “más calurosos y con más gente”, se registraron apenas cinco golpes de calor, cuatro mareos y ninguna abrasión solar. “La gente está concienciada”, reconoce Rodríguez, que recuerda que por megafonía también se informa de la importancia de mantenerse hidratado y protegido ante los rayos del sol.

Para la propietaria de Top Rescue, la cifra de incidencias de este verano, un total de 596, es “normal”. “Está dentro de la media”, apunta, mientras recupera los datos de años pasados: 468 en 2021; 532 en 2020; 760 en 2019; 606 en 2018 y 599 en 2017. Pero hay que tener en cuenta que este verano apareció una nueva zona de baño en O Parrote, con un espacio delimitado con boyas, dos escaleras de acceso y flotadores. “Ahí también hay servicio de socorrismo”, señala Nuria Rodríguez. En ese punto se atendieron 34 cortes y dos heridas punzantes. Rodríguez indica, además, que este verano “el agua estaba muy fría” y que “para la cantidad de gente que acudió a las playas, no hubo muchas incidencias graves”.

Los escarapotes atacan en San Amaro: 77 picaduras

Los escarapotes —también llamados fanecas— suelen ser los causantes de la mayor parte de las heridas que atienden los socorristas en las playas, aparte de los cortes causados por rocas o cristales. Durante este verano, en los arenales de la ciudad se registraron un total de 130 picaduras de este pez araña que hasta hace unos años “era poco habitual en A Coruña”, comenta la presidenta de la Federación de Salvamento y Socorrismo de Galicia, Nuria Rodríguez.

Son 54 picaduras más que el año pasado y más del triple que en 2018, cuando solo se atendieron 41. El escarapote podía encontrarse, sobre todo, en Oza y en el Orzán, pero este año la situación ha cambiado. El ataque se concentra en San Amaro con 77 picaduras. “Es algo muy curioso. Nunca había pasado. Suponemos que será por las corrientes o el tipo de arena”, informa Rodríguez. El resto de picaduras a bañistas fueron en Riazor (2), Orzán (29) y Oza (22).

También aumentaron las picaduras de insectos, pasando de 23 a 37 en un año. No se registró ninguna mordedura de animal y hubo dos paradas cardiorespiratorias. Se efectuaron, además, 13 traslados y se atendieron nueve esguinces, dos fracturas, una pérdida de conocimiento y cinco reacciones alérgicas.

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