La reforma de la norma urbanística municipal sobre los equipamientos (edificios de uso público, como colegios, centros sanitarios y deportivos o iglesias) que el Gobierno local llevará al pleno de este jueves reduce las restricciones urbanísticas para los que sean de titularidad privada y formen parte de manzanas con otros inmuebles. Estos edificios, en general, deben respetar los volúmenes que impone la normativa, pero en todos los ya construidos, según la propuesta, se “reconoce la volumetría existente”, aunque “esta supere los parámetros” obligatorios.
Además, se permitirá tanto a los equipamientos privados por construir como aquellos que deseen ampliar sus instalaciones “superar los parámetros de edificabilidad, ocupación y altura de la edificación en un máximo de un 20%” en cada uno de ellos en relación a lo establecido de manera general, siempre que esta ampliación esté justificada por “las exigencias de la normativa sectorial de aplicación”. La ocupación es el número de metros que se pueden edificar en una parcela (es decir, la superficie de las primeras plantas), y la edificabilidad, la suma de la superficie de todos los pisos.
La propuesta que se llevará a pleno este jueves también simplifica los procedimientos para tramitar obras. Hasta ahora, las reformas y ampliaciones de los equipamientos requerían, con carácter general, un estudio de detalle, un trámite urbanístico que conlleva la exposición pública del proyecto y permite a los ciudadanos presentar alegaciones. Este paso da la posibilidad a los afectados o interesados por el cambio de presentar quejas y fiscalizar el proceso, pero también alarga la tramitación.
La modificación propuesta por el Concello prevé eliminar esto en la mayoría de casos; según la memoria justificativa del cambio, se considera “innecesario”. En los equipamientos privados, se mantiene en dos casos. Uno es de ellos es ya explicado: los equipamientos de que no pertenezcan a la Administración, que formen partes de manzanas y que pretendan iniciar una obra que supere en un 20% las condiciones generales de la normativa.
También sigue vigente en el caso de los equipamientos de propiedad privada que estén en parcelas aisladas y destinadas solo al fin del equipamiento. La nueva norma mantiene que “la ordenación de la parcela” se fijará a través de un estudio de detalle que debe ordenar los volúmenes edificables y “concretar la condiciones estéticas y de composición de las edificaciones a fin de garantizar la integración” en el entorno.
Ampliación del borrador
La modificación urbanística se llevará a pleno este jueves para su aprobación inicial, por lo que no será efectiva inmediatamente y deberá pasar por trámites adicionales hasta que sea de aplicación. Deriva de otro proyecto ya aprobado por la Junta de Gobierno Local en octubre de 2020 y que pasó por la fase de evaluación ambiental, si bien este primer borrador era menos generoso con los equipamientos privados.
La falta de apoyo en el pleno impidió entonces al Gobierno local ponerla en marcha, si bien posteriormente el PP expresó su voluntad de respaldarla. Este grupo fue el único que votó a favor de la modificación en la comisión de Urbanismo el mes pasado. Marea y BNG se abstuvieron.
El texto original no establecía diferencias entre los equipamientos privados en manzanas con otros edificios y aislados, y tampoco incluía la regularización automática de los inmuebles privados ya existentes. Si bien ya aparece la previsión de aumentar la edificabilidad, ocupación y altura de un inmueble un 20% sobre lo previsto en la zona, esto se limita a “edificación proyectada”, sin incluir la posibilidad de ampliación. En las parcelas aisladas se señala que no podrán superar la media de alturas y edificabilidad del entorno.
Equipamientos públicos
De los equipamientos públicos, la normativa vigente establece que se “adaptarán tipológicamente a la ordenación” de su zona, mientras que ahora pasa a decirse que “procurarán su integración”, y deja de ser necesario un estudio de detalle para acogerse a las condiciones de su legislación específica.
La reforma de la normativa propuesta por el Concello también incluye nuevas limitaciones y recomendaciones. Así, cuando estos inmuebles públicos exijan un “volumen desproporcionado y fuera de escala” en relación al resto de edificios del entorno, este “se deberá descomponer” en varios inmuebles para “procurar una mayor integración en el medio”. Con carácter general, se deberán adoptar las “medidas correctoras” necesarias para minimizar el impacto visual, y el cierre de la parcela “deberá ser tratado como un elemento más de la construcción”.
Si hasta ahora solo se mencionaba que cuando haya espacios libres interiores “de amplitud suficiente” se deberían incluir jardines y árboles, ahora se señala que la mitad de la superficie vacante de la parcela debe dedicarse “a resolver las necesidades de aparcamiento, de acceso viario, y, en general, a espacios ajardinados o peatonales”.
