La Opinión de A Coruña

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La energía y el dióxido de carbono serán claves para la instalación de Maersk en Langosteira

Directivos de la empresa danesa visitaron ya la dársena exterior | El Puerto prevé que la inversión tarde meses en ser confirmada

Autoridades presentes en el inicio de las obras del tren a Langosteira, con los trabajos al fondo. Carlos Pardellas

El abastecimiento de energía eléctrica y de dióxido de carbono será el factor decisivo para que la naviera Maersk confirme la instalación en punta Langosteira de una planta de producción de metanol verde con la que suministraría a sus buques, que conforman la segunda flota mercante del mundo. El presidente de la Autoridad Portuaria de A Coruña, Martín Fernández Prado, indicó ayer que ese es el principal condicionante para que Maersk ratifique su implantación en la dársena exterior y vaticinó que pasarán varios meses hasta que se tome una decisión definitiva.

El metanol verde es un combustible bajo en carbono que se obtiene mediante un proceso de electrolisis de hidrógeno verde —generado sin emisiones contaminantes— en el que se emplea el dióxido de carbono que se libera durante la descomposición de materia orgánica.

Fernández Prado detalló también que directivos de la firma danesa visitaron ya Langosteira y que mantuvieron contactos con los responsables portuarios. Para el presidente del Puerto, el proyecto anunciado por Maersk es “un impulso más al proyecto A Coruña Green Port”, del que dijo que permitirá que la ciudad “sea referente en las energías renovables en buena parte de España, por no decir en Europa”. Sobre la posibilidad de que la llegada de Maersk implique también la apertura del tráfico de contenedores en el puerto, señaló que “se estudiaría posteriormente”, pero en principio solamente se aborda el proyecto referido al carburante.

Plantas en España

La naviera danesa pretende dejar de usar combustibles contaminantes antes de 2040, para lo que prevé construir dos plantas de metanol verde en España, una en Andalucía y otra en A Coruña. La inversión prevista se sitúa en torno a los 10.000 millones de euros hasta 2030, año hasta el que proyecta producir dos millones de toneladas del nuevo carburante, mientras que la creación de empleo se calcula en 85.000 puestos de trabajo, de los que 5.000 serían directos.

Primera voladura para el tren al puerto exterior

Las obras del enlace ferroviario del puerto exterior llevaron a cabo el jueves la primera voladura para la construcción de uno de los túneles proyectados, según informó ayer en punta Langosteira el presidente de Puertos del Estado, Álvaro Rodríguez. Esta actuación tendrá un coste de 123,5 millones de euros y un plazo de ejecución de cuatro años.

Rodríguez destacó que más de la mitad de mercancías que transportan los ferrocarriles españoles tienen su origen en puertos, por lo que considera que es fundamental la “intermodalidad marítima ferroviaria”. La secretaria de Estado de Transportes, Isabel Pardo de Vera, dijo que esta obra es “de un impacto estratégico y de un calado que va a beneficiar a Europa, a España, a Galicia y a Portugal” y afirmó que cuando llegó al Ministerio estaba paralizado y fue posible impulsarlo. Lo puso además como “ejemplo” de cómo se deben planificar y ejecutar las actuaciones, con cooperación y coordinación.

La alcaldesa de A Coruña, Inés Rey, asegurado que esta infraestructura “garantiza la viabilidad económica del puerto” y que hace posible “la completa operatividad del puerto”, que también permite crear “una ciudad diferente, una ciudad que recupera para su uso urbano su puerto interior, algo que sin tren no sería viable”.

El presidente de la Diputación, Valentín González Formoso, explicó por su parte que estas obras mejorarán el potencial portuario, mientras que la conselleira de Infraestruturas, Ethel Vázquez, agradeció la colaboración entre las instituciones para que se materialice esta obra, cuya realización la Xunta demandaba desde hace años.

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