La Opinión de A Coruña

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Directora territorial de Provivienda en Galicia

Ana Pardo: “Los servicios sociales financian muchas veces infraviviendas”

“Posiblemente habrá más alzamientos que antes de la crisis sanitaria, porque el coste de la vida ha subido de forma notable”

La directora territorial de Provivienda en Galicia, Ana Pardo. | // L. O.

¿El fin del escudo social traerá un aumento de desahucios?

Volveremos a manejar cifras como las que se daban antes de la situación de crisis sanitaria, y posiblemente algún incremento, porque se añade que el coste de la vida ha subido de forma notable, y las familias vulnerables se encuentran en situaciones todavía más precarias.

¿Cuál es el perfil más afectado?

No tenemos un diagnóstico exacto, pero va a haber familias cuya situación económica ha cambiado, con viviendas con alto coste que no pueden sostener; no necesariamente personas que estaban en los servicios sociales; quizás el foco de todas las ayudas y las medidas se ha puesto en las familias más vulnerables. Y nos encontramos conque había familias que ha tenían una fecha de alzamiento que se ha ido frenando y que ahora se va a materializar.

¿Hay medidas para paliarlo?

Desconozco si hay ciertas medidas que se vayan a poner en vigor una vez se paralice esto, pero seguimos con medidas que no están trabajando en la prevención, sino que intentan paliar el problema cuando está encima de la mesa. Seguimos sin tener un parque de vivienda social. Si vamos a tener un número de alzamientos significativo y no tenemos vivienda a la que dirigir a las personas, es grave, tenemos un problema y no tenemos el recurso.

¿Qué sería la prevención?

Evitar que se llegue a provocar un desahucio. Es muy complejo conseguir vivienda, muchos propietarios han tenido experiencias muy negativas y se cierran en banda. Piden muchísimas garantías, el coste de la vivienda cada vez es más alto… Es importante cuidar a aquellos propietarios que mantienen un precio de la vivienda adecuado y que están alquilando a personas en situación de vulnerabilidad. Si no somos capaces de llegar con el pago de ayudas de forma ágil, los propietarios se resienten, y muchos son también personas vulnerables, que depende de esos ingreso. En Santiago y otras ciudades tenemos programas de bolsas de vivienda, en las que intentamos que propietarios del mercado se acerquen a personas vulnerables, a través de garantías y acompañamiento, y cuidamos de ambos.

Tienen un convenio con el Ayuntamiento coruñés.

Es de atención a personas que llevan tiempo en procesos de calle. Pero el sinhogarismo son también personas que tienen una vivienda insegura. El que tiene una fecha de alzamiento dentro de dos o tres meses está en situación de sinhogarismo, y muchas veces tienen unos niveles de estrés o ansiedad que les bloquean a la hora de hacer una búsqueda adecuada y conseguir respuesta. No tenemos en casi ninguna ciudad, o cuando las hay no son suficientes, viviendas de transición, en las que una familia, si sufre un desahucio, pueda estar temporalmente.

¿Cómo es ve la situación de la vivienda en A Coruña?

Está siendo bastante complicado conseguir vivienda. El coste se ha disparado en los últimos años, no es viable para personas con ingresos muy bajitos llegar, y los requisitos y exigencias son cada vez más altos. También para jóvenes emancipándose o familias con menores y solo un miembro trabaja. Si la vivienda cuesta 700 euros y tenemos un salario de 1.200… Trasciende a un foco local, tenemos un problema estructural, de base. Hay ayuntamientos que intentan sacar líneas de ayudas para dar la mayor respuesta, y otros que están más en el traslado de quién es esta responsabilidad, si es de la administración autonómica o el Gobierno central, en qué tejado está la pelota. A Coruña sí intenta implementar programas y apuesta por tener líneas abiertas, creo que hay que ponerlo en valor. Y los ayuntamientos gallegos están destinando muchísimos medios de servicios sociales a pagar viviendas que muchas veces no reúnen unas condiciones adecuadas, estamos financiado infraviviendas.

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