Panaderías coruñesas frenan precios en los primeros meses del año con la bajada del IVA

El sector en la provincia apuesta en general por no repercutir la rebaja del impuesto del 4% al 0% en los productos básicos, aunque alerta de posibles aumentos en el primer semestre

Una panadería gallega. |   // EFE

Una panadería gallega. | // EFE / R. D. Rodríguez

La bajada del IVA del 4% al 0% de los productos de primera necesidad de la cesta de la compra, como el pan, la harina, la leche y las frutas y verduras entre otros, ha cogido por sorpresa a los comerciantes. En las panaderías coruñesas, que a lo largo del año pasado subieron algunos precios a consecuencia del incremento del coste de las materias primas, la medida aprobada por el Gobierno estatal les ha hecho reaccionar manteniendo los precios actuales por lo menos en los primeros meses del nuevo año. La previsión de que la inflación persista en el primer semestre de 2023 deja la medida con incógnitas, cree la Asociación Provincial de Empresarios Fabricantes de Pan.

Luis Rodríguez, presidente de esta entidad, prevé que a mediados de este año suban los precios, “y no en porcentajes pequeños”, lo que podría modificar la decisión inicial de mantener el valor del pan en las panaderías coruñesas. “Por ahora se frenan los precios, que en realidad se trata de no repercutir el IVA en los clientes, no cobrarles ese 4% reducido a 0%. Aunque cada uno en su panadería tendrá que hacer sus cuentas estos meses para saber si puede aguantar con estos precios o no”, explica Rodríguez.

Una razón por la que el sector ha optado por congelar el precio del pan es la inmediatez con que se ha aplicado el decreto del Gobierno, una premura “que ha enfadado” porque apenas ha dado tiempo a los comerciantes a actualizar precios ni a explicar a sus clientes que en realidad los productos no bajan sino que no se les cobra el IVA. En el ramo, no obstante, ha habido empresas que tras haber subido el precio del pan el año pasado, al comenzar el nuevo y aplicarse el decreto lo han bajado cinco céntimos, como San Brandán, de 1,10 a 1,05 la barra de pan normal.

Durante 2022 la harina fue una de las materias primas con las que trabajan los panaderos que más ha subido de precio, hasta un 15%; lo mismo ha pasado con el aceite, el azúcar y los productos lácteos. A ello hay que subir el alza de los combustibles, compensado por el Gobierno hasta el pasado 31 de diciembre con el descuento de 0,20 euros por litro de gasolina y diésel; el fin de esta medida perjudica sobre todo a las panaderías de entornos rurales, apunta Rodríguez, ya que los panaderos suelen moverse de pueblo a pueblo en sus coches o furgonetas para vender pan.

El aumento del precio de la energía también ha castigado al sector, que durante mucho tiempo al día mantiene encendidos los hornos para elaborar productos. Estos incrementos han hecho subir el precio del pan en torno a un 20% durante 2022, estima el presidente de la asociación provincial: “Lo vemos en casi cualquier producto de un supermercado. Ha habido panaderos que trataron de aguantar sin elevar mucho la subida, otros subieron más. Y la tendencia es a que no se pare. No son incrementos salvajes, son céntimos, pero al final en el día a día se nota”.

Luis Rodríguez alerta de que el aumento de costes de producción ha obligado a cerrar el negocio a unas seis panaderías tradicionales en la provincia coruñesa el año pasado (unas 600 en todo el país, según datos de la Confederación Española de Panadería, Pastelería, Bollería y Afines). Los precios por un lado y el cambio de hábitos en el consumo por otro han motivado que las panaderías hayan tenido que “adaptarse a los tiempos”, a diversificar sus productos o a “modernizarse”. Por eso cada vez es más frecuente ver que en estos negocios no se vende solo pan, sino también desayunos con café y bebidas como en las cafeterías, o prensa. “Los consumidores compran menos pan, o hacen la compra con más calma los fines de semana que a diario”, señala Rodríguez.

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