Vaca Films, veinte años de mugidos de calidad

Cumple su vigésimo aniversario con un repaso a sus películas más exitosas, con ‘Celda 211’ como el más destacado

Emma Lustres y Borja Pena, sentados, con el equipo de Vaca Films, en la sede de la productora coruñesa.   | // VÍCTOR ECHAVE

Emma Lustres y Borja Pena, sentados, con el equipo de Vaca Films, en la sede de la productora coruñesa. | // VÍCTOR ECHAVE / Daniel Abelenda Lado

Daniel Abelenda Lado

Daniel Abelenda Lado

“Éramos dos personas jóvenes con muchas ganas y poco conscientes de en qué nos estábamos metiendo”, recuerda la cofundadora de Vaca Films, Emma Lustres, sobre los inicios del proyecto audiovisual que este año celebra su vigésimo aniversario. En 2003, cuenta la productora, acababa de terminar sus estudios. “Borja [Pena] y yo éramos novios, veníamos de familias de clase media y sin ningún tipo de vinculación con el cine ni con el audiovisual”, cuenta Lustres. Asegura que su único nexo con la gran pantalla era la pasión que tenían por ella y el máster en Producción y Gestión Audiovisual que cursaron en A Coruña.

Cuando arrancaron la productora tenían “la inocencia de querer hacer cine desde Galicia que viese mucha gente”, apunta Emma Lustres. “Nosotros no empezamos en un garaje como Apple, pero sí en un piso de estudiantes compartido en la calle Rubine”, bromea. La evolución hasta la actualidad les llevó por varias sedes en la ciudad, desde Riego de Agua a la actual, en la calle Nicaragua. El primer paso para hacerse un hueco en la industria fue estar en todas partes. “Acudíamos a todos los festivales: Berlín, Toronto, San Sebastián, Valladolid, Sitges, Cannes o Venecia”, comenta. Todo lo hicieron para mantenerse en la ciudad y no tener que emigrar a Madrid.

Emma Lustres apunta a Celda 211 como el largometraje que lo cambió todo para Vaca Films. Indica que tuvieron un éxito temprano. “La empresa la fundamos en 2003 y en el 2008 estábamos rodando Celda 211”, explica Lustres. “Además de ganar mucho dinero y tener unos muy buenos resultados en taquilla en España, trece millones de euros, fue una película que funcionó muy bien en los festivales”, señala. Las buenas críticas a la película dirigida por Daniel Monzón y protagonizada por Luis Tosar lo hicieron todo “más fácil” para Vaca Films. “Con ella teníamos una muy buena carta de presentación”, presume la directora de Vaca, mencionando la buena relación con las instituciones, Xunta y Ministerios, que entablaron durante esos años.

Lustres reconoce que “no era una película fácil de público”. Sospechaban que el drama carcelario no era el más vistoso para el público juvenil. “Sin embargo, no esperábamos que pasase con ella lo que ocurrió en su momento”, rememora. El éxito de este trabajo “facilitó todo lo demás” y, al mismo tiempo, subió el listón de las expectativas que se generaron con proyectos posteriores. El Niño, El Desconocido o Quien a hierro mata siguieron los pasos de Celda 211 en el catálogo de producciones comerciales.

“Borja y yo somos dos personas muy optimistas y seguimos manteniendo ese espíritu de cortometrajistas”, reivindica Emma Lustres. Defiende que los trabajos que han realizado a través de Vaca Films son las películas que les gustaría ver a ellos como espectadores. “Creo que es la manera de afrontar las cosas en este sector, preguntarte qué tipo de cine consumes cuando estás en tu casa o cuando vas a la sala de cine”, aconseja.

En los últimos años decidieron lanzarse al mercado de las plataformas. “Llegaron a España con la intención de trabajar con productoras de cine. Nosotros ya llevábamos años con una buena trayectoria y confiaron en nosotros para hacer tres series, una para Movistar y dos para Netflix”, explica Lustres. Para el futuro, la productora presume del nivel y del reconocimiento que se ha ganado el cine gallego en los últimos años. “Nosotros como productora hemos contribuido a esa buena fama, como también lo han hecho otros compañeros, actores y técnicos”, apostilla. “Intentaremos seguir haciendo películas que hagan disfrutar al público”, sentencia Emma Lustres.

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