El sistema de amarre del nuevo pantalán de Repsol en Langosteira está “completamente informatizado”

El noray, un elemento característico de los puertos, es un poste en el que se aseguran las amarras de los barcos. En el nuevo pantalán de Repsol también hay, pero son bien distintos a los que se ven en la dársena de la ciudad. El personal técnico de la empresa relató que estos elementos, que mantienen la misma función, están “completamente informatizados” y cuentan con un sistema de ganchos con el que se podría “arriar el barco” en caso de que este sufriese algún percance que le dejase sin motor.

Otra novedad es que el recinto cuenta con una escala, la estructura que permite acceder a los buques atracados, que tiene un sistema que le permite “posicionarse sola” en función de “la variación con la marea”, según indicaron los técnicos del recinto. Tanto este como el noray automatizado son sistemas que no existían en el puerto interior.

El nuevo pantalán tiene una longitud total de 520 metros que permite la operación de buques de hasta 200.000 toneladas de peso muerto. Con un presupuesto de 35 millones de euros, se terminó de construir en el año 2021, pero no pudo ponerse en funcionamiento hasta que terminó la construcción del poliducto entre el puerto y la propia refinería. Tiene tres instalaciones para seguridad, subestación eléctrica y sala de control, y está dotado con sistemas de brazos de descarga de crudo, contraincendios y atraque.

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