SI NO LO LEO NO LO CREO

La bicicleta sin dueño de Matogrande

Antón Peruleiro

Tres días enteros, con sus mañanas, sus tardes y sus noches, estuvo una bicicleta apoyada en una valla de obra en Matogrande. Sin candado y con las dos ruedas, en perfecto estado para recorrer la ciudad. Lo curioso no es que la bicicleta estuviese ahí, sino que nadie se la hubiese llevado. O eso comentaban algunos usuarios de Twitter a los que les cuesta confiar en la buena fe de la gente. La bicicleta, de color blanco y con sillín morado, esperó paciente junto a las obras de la pantalla vegetal que se está levantando entre Matogrande y Alfonso Molina. Por lo menos, hizo buen tiempo y no se mojó bajo la lluvia. Acabó desapareciendo, quizá el dueño se acordó de dónde la había dejado.