Un refugio contra la soledad de los mayores LGTB en A Coruña

La Fundación 26 de diciembre prevé abrir este año en Os Rosales un piso supervisado para el colectivo que contará con doce plazas

Representantes de la Fundación 26 de diciembre, este martes en A Coruña .   | // ARCAY / ROLLER AGENCIA

Representantes de la Fundación 26 de diciembre, este martes en A Coruña . | // ARCAY / ROLLER AGENCIA / Jacobo Caruncho

La soledad no deseada es un problema que afecta a la vida de cada vez más personas mayores. Pero cuando a esa soledad se le suman otras “mochilas”, como la de pertenecer a un colectivo discriminado históricamente, la situación se agrava todavía más, porque la soledad viene de lejos y crea poso. “¿Quién te va a querer? Vas a quedarte solo”, son expresiones que “han calado” desde pequeños en la vida de los que ahora son los mayores de la comunidad LGTB. Para dar respuesta a esa realidad, la Fundación 26 de diciembre cierra los últimos flecos del primer piso supervisado LGTB de Galicia, que prevé abrir sus puertas en A Coruña antes de que finalice el año.

“La soledad no deseada es algo que en el colectivo LGTB tenemos muy interiorizado, nos han construido de esa manera”, explicaba este martes en un encuentro en El café de Macondo el presidente de la entidad, Federico Armenteros, que no ocultaba su alegría ante la apertura del piso en la ciudad. Un modelo de éxito que ya ha triunfado en las residencias con las que la fundación ya cuenta en Madrid.

El piso estará ubicado en Os Rosales y ofrecerá doce plazas distribuidas en dos viviendas del mismo edificio. Salas de estar, cocina, comedor, tres habitaciones dobles y el resto individuales. Unas habitaciones para dos personas que podrán ser compartidas por parejas pertenecientes al colectivo, que no corren la misma suerte cuando buscan plaza en una residencia al uso. “Una pareja de dos hombres o dos mujeres se encuentran con muchas barreras en una residencia heteronormativa”, explicó el trabajador social de la Fundación 26 de diciembre, Paco Novo, que conoce de primera mano la realidad de los mayores LGTB.

Pero las parejas no son las únicas que se encuentran con problemas cuando llegan a una residencial tradicional. “En esos lugares lo que acaba pasando es que se vuelven a rearmarizar porque no quieren volverse a enfrentar a todo el sufrimiento que pasaron en sus vidas”, lamenta el trabajador social de la fundación, que pone en cuestión los modelos de gestión actuales de los centros residenciales.

Es por eso que el objetivo de la fundación con sus pisos supervisados, como el que pondrá en marcha en A Coruña, está claro: crear un modelo residencial “diferenciado, igualitario y de diversidad”, un “sitio digno” para los mayores LGTB que no cierra las puertas a las personas heteronormativas siempre y cuando respeten las normas de convivencia y respeto.

La vivienda de Os Rosales ya cuenta con todos los permisos necesarios del Concello y en la fundación están a la espera del último paso: que pase la supervisión de la Xunta. Desde la entidad confían en contar con fondos públicos de distintas administraciones para el proyecto y mantienen reuniones con María Pita para que la residencia entre a formar parte de los servicios sociales municipales. Una necesidad que responde a una realidad: el 67% de la población LGTB tiene pensiones no contributivas, según datos de la Federación Estatal LGTBI+. “¿Cómo puedes tener una vida digna y un envejecimiento activo con esas miserias de pensiones?”, se pregunta Federico Armenteros.

Con todo, la fundación busca con este piso darle un portazo a la soledad y crear un espacio comunitario donde la autonomía y la participación serán los ejes vertebradores de la residencia. “Habrá profesionales de apoyo, pero los usuarios tendrá una vida activa y participativa”, asegura el presidente de la fundación , deseoso de que el proyecto eche a volar.

El piso supervisado es uno de los muchos proyectos que la Fundación 26 de diciembre tiene en A Coruña y Galicia, como son la formación a profesionales del ámbito sociosanitario en materia LGTB o el programa Rejas Rosas, que realiza en el centro penitenciario de Teixeiro. La entidad recuerda también que no hace falta esperar a la apertura del piso para encontrar apoyo en la ciudad: los martes de cada 15 días el colectivo de personas mayores LGTB se reúne en el Espazo Diverso del centro cívico de la Ciudad Vieja.