El alquiler medio rompe por primera vez la barrera de los 800 euros en un barrio

En el distrito postal 15004, el arrendamiento medio ya alcanza los 805 euros, el más alto en un casco urbano de toda Galicia y solo superado por zonas periféricas o rurales caracterizadas por vivienda unifamiliar de Vigo o Santiago

Viviendas del entorno de la plaza de Lugo, el distrito más caro de la ciudad. |   // CARLOS PARDELLAS

Viviendas del entorno de la plaza de Lugo, el distrito más caro de la ciudad. | // CARLOS PARDELLAS / Marta Otero Mayán

El precio medio del alquiler en A Coruña sigue subiendo en todos los barrios, pero, por primera vez, ha roto la barrera de los 800 euros en un distrito. Concretamente, los alquileres ya rondan el precio promedio de 805,7 euros en las viviendas en alquiler residencial del 15004, el distrito postal más caro de la ciudad, que va desde la plaza de Pontevedra al parque de Santa Margarita y engloba buena parte de Juan Flórez, la plaza de Galicia y las calles entre la avenida de Fisterra y Calvo Sotelo. Así lo hacen ver las estadísticas del organismo autonómico Instituto Galego de Vivenda e Solo (IGVS) del mes de septiembre. Estos datos, elaborados a partir de las fianzas depositadas en el órgano, consolidan una tendencia al alza en la ciudad desde el año pasado, en el que el alquiler subió más de un 6,5%, aunque hasta ahora ningún barrio había llegado a los 800 euros.

A día de hoy, el precio promedio del alquiler en A Coruña es de alrededor de 613 euros, lo que supera el límite máximo de 600 euros para recibir las ayudas estatales del bono alquiler, que gestiona el Gobierno gallego. Desde el sector inmobiliario atribuyen esta subida a la escasez de oferta de vivienda residencial. “En A Coruña, la subida del precio del alquiler de vivienda residencial es generalizada en todos los barrios. No ocurre así en la turística, en la que sí hay oferta. Se calcula que son unas 1.000 en la ciudad”, explica Patricia Vérez, presidenta del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de A Coruña, que considera los elevados precios como una derivada de la Ley del Derecho a la Vivienda, que, asegura, genera “inseguridad jurídica” a los propietarios, que optan por “dejar sus viviendas vacías” o dedicarlas a usos turísticos.

“Los propietarios tienen cada vez más cautelas para alquilar”, observa Vérez. No obstante, en otros sectores ligados a la cuestión de la vivienda hay opiniones dispares, ya que, en declaraciones a este periódico el pasado mes, la presidenta de la delegación coruñesa del Colexio Oficial de Arquitectos, Ruth Varela, situó como “una cuestión de sensatez” la petición municipal de declarción de zona tensionada para A Coruña, que avala la congelación de los precios. Otros actores implicados, como la Federación de Asociaciones de Vecinos de A Coruña, apuntaban a la congelación de alquileres como la solución a estos incrementos en el precio, y descartaban las “consecuencias negativas” de esta norma para los pequeños propietarios.

Los datos del precio promedio en los barrios del 15004, además de romper una nueva barrera dentro de los distritos de la ciudad, también firman otro récord, y se posicionan como el precio medio más elevado de Galicia en un barrio del casco urbano. Si se compara con otras ciudades de características demográficas similares, este precio promedio solo lo superan zonas residenciales situadas fuera de la trama urbana, con vivienda unifamiliar y emplazada en enclaves rurales o cerca de la costa. Así ocurre en el caso de Vigo, cuyo registro más alto lo firma la zona de Oia Coruxo o Navia, con una renta promedio de más de 1.200 euros mensuales. No obstante, la siguiente zona más cara son 676,7 euros al mes del entorno de Samil Alcabre o Navia, que, si bien no es un enclave eminentemente rural, tampoco está completamente insertada en la trama urbana. Dentro de la propia ciudad, el precio más alto se encuentra en el distrito central, con un promedio de 650 euros al mes.

En el caso de Santiago de Compostela, el precio medio más alto para alquilar se encuentra en el enclave natural de Roxos, con 973 euros al mes y muy alejado del casco urbano. La segunda zona más cara de la capital es Brandía, también ubicada en la periferia, con 680 euros mensuales de media. El precio más alto de la trama urbana hay que buscarlo en el Ensanche compostelano, en calles como República Arxentina, Rosalía de Castro o plaza Roja, donde el alquiler medio asciende hasta 606 euros, un dato muy alejado del registro urbano más alto coruñés.

Con esta nueva cifra récord, A Coruña empieza a aproximarse al tope máximo aceptado por el Estado para acceder al bono de alquiler. El Real Decreto que establece el programa de ayudas señala que las comunidades “podrán incrementar este límite máximo” desde los 600 hasta los 900 euros mensuales, cuando así lo justifiquen “en base a estudios actualizados de oferta de vivienda en alquiler que acrediten tal necesidad”, algo que no se ha hecho en Galicia. No obstante, fuentes de la Xunta avanzaron, a preguntas de este medio, que “a principios de año y con vistas a las nuevas convocatorias”, se revisará el bono como se hace “siempre con los distintos programas del IGVS”.

Según los datos del IGVS, el segundo distrito coruñés más caro para alquilar es el 15003, que se extiende sobre zonas como el Obelisco, la plaza de Pontevedra o el Orzán, con los 708,6 euros mensuales de media, seguido de cerca por los 688 euros que cuesta de media alquilar en Juan Flórez, plaza de Vigo y Falperra (15005). El más económico sigue siendo el 15190, que engloba Novo Mesoiro, Vío y Feáns, con 439 euros al mes, el único en la ciudad que se mantiene por debajo de los 500 euros pero que, no obstante, ha experimentado un alza en el precio medio del 15% desde el año pasado.

Discrepancias sobre la zona tensionada

La situación del mercado del alquiler en A Coruña suscita discrepancias entre las entidades y administraciones implicadas. El Concello demandó a la Xunta que declarase la ciudad como “zona de mercado residencial tensionado”, que implica congelar los precios de los alquileres, prolongar los contratos existentes y dar rebajas fiscales a los propietarios que bajen los arrendamientos; una medida que cuenta con el respaldo de colectivos como la federación de asociaciones vecinales o la delegación coruñesa del Colexio de Arquitectos. La Xunta descartó declarar la ciudad como zona tensionada hasta que se resuelvan los recursos que el Partido Popular impuso ante el Tribunal Constitucional al entender que la ley “vulnera el derecho a la propiedad”.

Agentes de la propiedad inmobiliaria y de arquitectos técnicos de la provincia se han posicionado también contra la medida al entender que la decisión tiene que ir precedida de un “ponderado análisis” para cada localidad, y que normas similares “ya existieron en épocas pasadas” con “efectos negativos”.