El condenado por el crimen del Barrio de las Flores reitera que no hay pruebas contra él

Su defensa pide la absolución en la vista del recurso de apelación tras la pena impuesta, de 21 años de prisión

El supuesto autor del crimen en el Barrio de las Flores durante una sesión del juicio.

El supuesto autor del crimen en el Barrio de las Flores durante una sesión del juicio. / EP

EFE

 La defensa del hombre condenado a 21 años de prisión por matar a un narcotraficante al asestarle 18 puñaladas en A Coruña en 2021 en un domicilio del Barrio de las Flores ha alegado este lunes, en la vista sobre el recurso de apelación presentado por el acusado, que no hay pruebas directas de su presencia en el lugar del crimen.

El abogado Manuel Ferreiro ha pedido ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) la absolución de su cliente --condenado por la Audiencia Provincial de A Coruña-- al entender que "no hay prueba de ningún tipo de que hubiera estado en la casa esa mañana".

Según su alegato, el jurado tuvo en cuenta una serie de indicios que "no cumplen los requisitos que establece el Tribunal Supremo", por lo que cree que no debe haber condena.

En cambio, el abogado de la acusación particular, Diego Reboredo, ha considerado que todos los hechos "están perfectamente acreditados".

Sin embargo, en caso de que se descartasen los puntos que señala la defensa, "los indicios restantes son más que suficientes para mantener la condena", ha subrayado el letrado.

Esta es una posición compartida por la Fiscalía del TSXG, que también reclama mantener la condena impuesta en primera instancia.

El cadáver apareció el 30 de septiembre de 2021 en el Barrio de las Flores de A Coruña, una semana después de su muerte, y el sospechoso fue detenido el 3 de noviembre del mismo año.

El jurado popular dictaminó que el acusado es culpable del crimen que le imputaban tanto la Fiscalía como la acusación particular del hijo del fallecido.

Durante la vista oral del juicio, el procesado declaró que aquel 23 de septiembre, cuando las acusaciones sitúan el crimen, fue a casa de la víctima a pagarle una deuda, pero como no respondió, abandonó el lugar sin acceder al domicilio.

Los mensajes de texto enviados y exhibidos en el proceso judicial muestran que ambos se habían citado ese día, e incluso por la mañana el procesado envió a la víctima mensajes de "voy" y "salgo para ahí".

Sin embargo, el acusado afirmó que aguardó en la puerta entre 15 y 20 minutos con el dinero que debía pagarle hasta que decidió abandonar el lugar, dado que el narcotraficante no respondía a su llamada.

Aseguró que ambos tenían una relación más allá de las drogas, desde hacía 15 años, y que eran de un mismo grupo y con cierta amistad, además de que le hacía recados y le regalaba ropa para otras personas.

Otra prueba policial apuntó a que la señal del móvil de la víctima se desplazó aquel día 23 de septiembre desde su domicilio hasta la zona de A Zapateira, donde fue apagado para siempre; al mismo tiempo se localizó el coche, por una señal de tráfico, en aquella zona.