La pobreza energética impacta en las familias de A Coruña: “No podremos encender la calefacción en Navidad”

Cruz Roja alerta de la alta demanda de ayudas para personas en situación precaria, a las que apoya con el pago de facturas, ropa de abrigo o electrodomésticos

“La situación la paliamos abrigándonos bien”, relatan las familias

Ali Alfredo, venezolano residente en A Coruña que sufre pobreza energética, en Cruz Roja. |   // IAGO LÓPEZ

Ali Alfredo, venezolano residente en A Coruña que sufre pobreza energética, en Cruz Roja. | // IAGO LÓPEZ / Jacobo Caruncho

El impacto de la pobreza energética se disparó el pasado año en Galicia al mayor nivel en dos décadas, afectando prácticamente a uno de cada cinco hogares de la comunidad. Del 13,8% de familias que reconocían no poder mantener su vivienda a una temperatura adecuada en 2021, se pasó al 19,1% el año pasado, según los datos de la Encuesta de condiciones de vida elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Y A Coruña no se libra de esta realidad, que afecta a decenas de familias que en estas fechas no podrán encender la calefacción en casa para paliar los efectos de la caída de temperaturas o incluso podrán llegar a un estado de morosidad debido a la acumulación de impagos de facturas. “Estas Navidades no podremos encender la calefacción. Preferimos aguantar el frío a encenderla, porque hacerlo supone unos costes muy elevados”, lamentan las familias afectadas por la pobreza energética en la ciudad. Para buscar una solución a esta problemática, Cruz Roja A Coruña ofrece servicios a las personas más desfavorecidas. En lo que va de año, la entidad social atendió a 300 familias en la ciudad a través de sus proyectos en materia de eficiencia energética.

“Estos meses notamos un aumento de la demanda de ayudas para paliar los efectos de la situación de pobreza energética”, aseguran desde Cruz Roja A Coruña. “Ayudamos a las familias para el pago de suministros, les facilitamos ropa de abrigo, menaje de cama o les compramos electrodomésticos como estufas, emisores térmicos o deshumidificadores para que tengan una vivienda más cálida y confortable”, explica Yolanda Balado, técnica de inclusión social de Cruz Roja en A Coruña, que alerta de que la temporada invernal complica “todavía más” la situación para las familias que sufren pobreza energética. “Los meses de más frío solemos tener una mayor demanda. Las familias necesitan más calidez en sus casas. Encender la calefacción implica un mayor gasto en las facturas, que no todo el mundo puede asumir”, comenta.

Desde Cruz Roja abren las puertas a todas las familias que llegan a su sede en la ciudad para hacer una “acogida” para atender a su realidad y dar respuesta a sus problemas. “Ofrecemos asesoramiento tanto grupal como individual. A las familias les explicamos cómo es una factura de la luz, cómo gestionar el uso de la energía o estudiamos si pueden ser o no susceptibles de percibir el bono social”, explica la técnica de la entidad.

El perfil de las familias que sufren los efectos de la pobreza energética en A Coruña y recurren a las ayudas que ofrecen entidades como Cruz Roja es “muy variado”. “Algunas familias necesitan ayuda de manera puntual por gastos sobrevenidos, pero otras se encuentran en una situación más vulnerable. Hay familias que vienen de fuera en situaciones complicadas y llegan aquí y nos piden apoyo para el pago de facturas, ropa de abrigo o menaje de cama”, relata Balado.

Entre esas familias que tuvieron que huir de su país se encuentra la de Ali Alfredo, un comunicador social que aterrizó en A Coruña hace un año procedente de su Venezuela natal empujado por la crisis económica que atraviesa el país. “El Gobierno me hizo una persecución muy fuerte para amedrentarme y tuvimos que escapar”, relata. Sabía que venía al norte de España, que aquí el clima es más acentuado... pero se encontró con una realidad con la que no contaba y que le ha llevado a permanecer un año sin trabajo. “Me sorprendió mucho saber que tenía que esperar tanto tiempo para encontrar un permiso de trabajo. Pensé que sería mucho más rápido y eso me complicó más la situación”, recuerda.

Las facturas impagadas en su hogar comenzaron a acumularse al no disponer de los ingresos necesarios para afrontar el pago de unos importes que rondaban los cien euros. “Fue muy complicado, no sabía que la electricidad era tan costosa aquí. Fui cancelando las facturas y me puse en estado de morosidad con la empresa que nos prestaba el servicio”, recuerda Ali.

Fue en ese momento cuando la familia llamó a la puerta de Cruz Roja A Coruña: “Logré paliar la situación gracias a instituciones como Cruz Roja, que me ha ayudado a suplir mis necesidades económicas tras tres meses sin poder pagar el alquiler”, recuerda Ali, que recibió por parte de la entidad formación y recursos para reducir su consumo eléctrico y subsanar la situación.

Como muchas otras familias, la de este venezolano tuvo que readaptarse para vivir con “lo justo”. “En casa todos nos pusimos de acuerdo para administrar con mucho cuidado el uso de electricidad, usando solo lo indispensable. No encendemos la calefacción y ni siquiera podemos permitirnos planchar la ropa” , resume. “La situación la hemos paliado abrigándonos bien para soportar el frío”, añade el venezolano, que resalta la humedad que sufren en su casa. “El problema no es solo la temperatura, si no que la brisa es húmeda y eso afecta aún más. Crea mucha humedad en casa, en nuestros baños sale moho”, relata, para achacar esta situación a que en su hogar no tienen un calefactor encendido ni disponen de deshumidificadores.

A pesar de que ya no está en una situación de impago, el día a día de Ali y su familia se hace “cuesta arriba” de cara a este invierno. “La situación sigue siendo casi igual, pero sin morosidad. No sé qué vamos a hace estas Navidades, que serán de mucha precariedad. Hemos superado el shock y nos hemos adaptado a la situación, pero estas Navidades no podremos encender la calefacción. Preferimos aguantar el frío a encenderla y no poder pagarla”, concluye.

Con todo, se niega a vivir la Navidad con tristeza. “Estas fechas pueden ser felices a pesar de todo. Saldremos adelante, cualquier cosa es mejor que Venezuela desde el punto de vista económico”, asegura, para desear que el nuevo año mejore la situación en su hogar: “Espero que el próximo diciembre lo pasemos mejor que este”.

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