Los invisibles de A Coruña alzan la voz

Personas sin hogar participan en un proyecto de Daniel Viqueira para exponer su situación y concienciar a la sociedad: “Es un bucle del que casi no puedes salir”

Invisibles. Así los define el realizador coruñés Daniel Viqueira y así se sienten las 20 personas sin hogar que han participado en un proyecto para darles voz y concienciar a la sociedad. A través de las 33 fotografías de Toño Chouza, que se encuentran en la plaza de Lugo, plaza de España y centro Ágora, y grabaciones de voz —a las que se accede con un código QR— estas personas relatan su historia, qué les llevó a vivir en la calle y lo difícil que es salir de ella. “Es un bucle del que casi no puedes salir”, resume Pepelu, que desvela que lleva “21 años en la calle”.

Cada uno de los protagonistas de este proyecto tiene su propia historia: desde el exdirector de un banco que se gasta la pensión en tres días a una mujer embarazada que dejó Venezuela persiguiendo el sueño europeo o un ferrolano de 44 años que fue soldador hasta que enfermó y se quedó sin trabajo. Todos están en A Coruña. Todos viven en la calle. Todos se sienten invisibles. “Me parece importante que alguien se haya molestado en preguntarnos qué nos pasa y qué puede hacer por nosotros”, comenta Salay, refiriéndose al proyecto de Viqueira. Es madre de cinco hijos y vive en un portal en San Andrés. “Suelo ir a la Cocina Económica. He intentado alquilar una habitación pero es difícil. Te miran mal, te juzgan... Las exigencias son duras. Me han llegado a pedir 300 euros más gastos por una habitación y un adelanto de tres meses”, relata. Además de no tener un techo, el problema está en que a los beneficiarios de la Risga se les exige tener un contrato de alquiler para mantener la ayuda.

A Juan Luis, que llegó en 2008 a la ciudad tras pasar por Francia, Bélgica, Holanda, Cuba y Perú, se le suma el problema de tener una perra. “No me quieren hacer un contrato de alquiler, pero yo no dejo a mi perra”, lamenta, y añade que las ayudas no son la solución. “El dinero no llega a nada”, señala Juan Luis, que espera que este proyecto haga “que la gente se conciencie y que se ponga una solución”. “La necesidad te lleva muchas veces al límite”, confiesa.

Viqueira, que ha recogido todos estos testimonios y que ha contado con la colaboración de Marta Menes de Padre Rubinos, Cocina Económica y Casco, defiende que “cada persona tiene una historia que merece ser escuchada”. Lo que espera es que Invisibles cree “un puente entre los ciudadanos y los instituciones de A Coruña y aquellos que han sido marginados”.

A Juan de Dios, uno de los protagonistas, le preocupa que la gente todavía piense al verle: “algo habrás hecho para estar en la calle”. “Nadie se para a hablar con nosotros y saber lo que nos ha pasado. Yo siempre lo digo, no quiero dinero, quiero comida”, declara Juan, al que le gustaría dedicarse a la comedia. “Un día me di cuenta de que me gustaba mucho el humor y que podía ganar dinero con eso”, cuenta este hombre que vive en un escaparate de la calle Galera. “Tengo cama, una mesa y dos sillas. Falta la calefacción y la puerta”, lamenta mientras asegura que añora su antigua vida. “Echo de menos fregar los platos”, sentencia.

Todos ellos quieren deshacerse de un estigma que les persigue y poner nombre y cara a sus realidades. “Espero fomentar un cambio positivo y una mayor comprensión”, concluye Viqueira, que invita a la gente a “pararse ante las fotografías y escuchar”.

A través de este código QR se puede acceder a los testimonios recogidos por Daniel Viqueira

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