Muerte de Yoel Quispe en A Coruña: dolor desde Perú hasta los campos de Visma

El entorno del joven que murió tras recibir una puñalada en Nochebuena inicia acciones para recaudar fondos para sufragar los gastos del entierro y dar apoyo a su familia | Sus amigos defienden que no fue una pelea: "Hubo una discusión banal. Fueron detrás y actuaron al verlo solo"

Detrás de cada víctima que engrosa la estadística de muertes violentas, pocas en una ciudad como A Coruña pero siempre demasiadas si se ponderan sus efectos, hay siempre un nombre, un contexto y un entorno que queda mutilado. En el caso del crimen que se saldó, en la madrugada de Nochebuena, con una vida sesgada, ese nombre es Juan Yoel Quispe Gómez, de 22 años, que regresaba de fiesta a las 6.30 de la mañana cuando fue apuñalado mortalmente por un grupo de individuos.

La policía investiga el suceso en el contexto de una pelea. Su entorno sostiene que no fue una pelea, sino una persecución en la que el joven, que se encontraba solo en el momento de los hechos, tuvo pocas opciones de defenderse. “Sus amigos, los que ese día estaban con él, dicen que hubo una discusión previa en Palexco, pero que fue una cosa banal, sin importancia. A la salida, fueron detrás, y decidieron actuar al verlo solo”, cuenta el que fue su entrenador en el Club Deportivo Cristal, Manu Ares. Para sus amigos, la hipótesis de la pelea choca con otros elementos que rodearon la agresión que acabó con su vida. “Fue a una distancia considerable de Palexco, una actuación grupal al verlo solo... no hay muchos paliativos”, juzga Manu Ares, que asegura que entre los agresores no media el arrepentimiento: “Sus amigos recibieron mensajes de coacción, para que no facilitasen nada de lo que saben”, confiesa.

Una comunidad unida y arraigada

Nada más lejos de las intenciones de su entorno, cuya única pretensión, ahora, es que “se haga justicia”, se esclarezcan las circunstancias de la muerte del joven y se identifique y detenga a sus agresores. En ello confía también su familia, la de sangre y la otra. Yoel pertenecía a la numerosa comunidad peruana de A Coruña, asentada e integrada en la ciudad y su entorno desde hace más de 20 años. El mismo Yoel hacía gala de esta miscelánea de raíces. Nacido en Perú, pero residente entre Arteixo y A Coruña desde los seis años, Yoel escenificaba la dualidad identitaria que caracteriza a los jóvenes criados en la diáspora pero en contacto con su origen.

Frente a un monumento improvisado con velas, fotografías y flores en el lugar en el que lo mataron, lloraban sus amigos peruanos, coruñeses y de otras nacionalidades, que compartieron amistad y vestuario con Yoel en las filas del Cristal y en los campos de San Pedro de Visma. También se unían al duelo, a través de videollamada y auspiciados por algunos de los presentes, los seres queridos que lloran al joven desde Perú y acompañan a su familia a miles de kilómetros. “Yoel tenía muchos amigos: del colegio, del fútbol, del trabajo, que están muy afectados, tanto o más que nosotros, porque han compartido con él momentos muy importantes”, reflexiona uno de sus tíos, Raúl Chino, fundador de la Asociación de Peruanos en A Coruña y que integra también la federación de asociaciones que los vecinos de esta nacionalidad tienen a lo largo de todo el territorio. Hoy, todos ellos comparten el duelo de los padres del joven como propio. “Llevamos aquí asentados muchos años. El chaval se crió aquí. Somos gente trabajadora, que aportamos a la comunidad. No merecemos que este acto quede impune. Pedimos a las autoridades que se pongan la mano en el pecho y se preocupen por esclarecer lo sucedido”, demanda Raúl Chino, en nombre de sus allegados. La comunidad se afana estos días en arropar y sostener a una familia que, sin Yoel, se ha quedado rota. Este martes velan al joven en la Funeraria Génesis y el miércoles lo enterrarán donde nunca imaginaron, en el cementerio de Feáns.

Sus allegados, de extracción humilde, siguen pidiendo colaboración para costear los gastos del sepelio. Piden que las aportaciones se canalicen a través de la cuenta ES5721002323960100417936, perteneciente a la madre del joven. “No queremos que nadie se sienta obligado, es un acto voluntario para ayudar en un gasto que nos ha caído de improvisto”, explica Raúl Chino. Lo recaudado no irá destinado únicamente a cubrir los gastos funerarios, sino también para colaborar económicamente con la familia del joven, que era el sostén de su madre y su hermana de un año. A la espera de nuevas iniciativas que se puedan concretar para cubrir estos gastos, por el momento, adelantan los familiares, el restaurante La Nueva Grela prepara una comida con platos típicos de Perú este sábado, cuya recaudación irá destinada a esta causa. La familia invita a unirse a la mesa a personas de todas las nacionalidades que quieran aportar su granito de arena. “Es abierta al público, peruanos y no peruanos. No podemos ni queremos distinguir ni discriminar a nadie”, asevera Raúl Chino.

El entorno de Yoel quiere disipar cualquier especulación sobre el suceso que apunte a un posible conflicto entre grupos de jóvenes como desencadenante de la muerte de Yoel. “No hay nada de eso. Que se dejen de hablar de bandas, porque no tiene nada que ver con eso. Son especulaciones de gente que quiere hacer de esto un asunto político”, zanja su entrenador de fútbol. La Policía también descarta esta hipótesis.

Los hechos

Las primeras investigaciones policiales apuntan a que Yoel Quispe iba solo en el momento de la agresión que le costó la vida. La víctima recibió dos puñaladas, una en el abdomen y otra en el corazón, que le provocó la muerte. Por ahora, la Policía Nacional no ha confirmado la posible arma empleada en el suceso. La familia del joven, no obstante, tiene en su poder un vídeo que muestra claramente los momentos previos a la agresión mortal, en el que aparece Yoel ante sus agresores, un grupo de varios jóvenes. Según apunta la familia, ninguno de los implicados en el incidente que aparece en el vídeo era amigo de Yoel Quispe.

La grabación, por la cercanía con la que retrata los hechos, será clave en la investigación. Agentes de la Policía Nacional desplazados al lugar rastrearon a lo largo de la mañana los contenedores de la calle Sinfónica de Galicia y de otras del entorno en busca del arma empleada. También tomaron testimonios y revisan imágenes de las cámaras de videovigilancia en todo el perímetro del lugar donde fue apuñalado el joven. Entre los primeros interrogatorios estuvieron los realizados a amigos de la víctima. Fuentes consultadas por este diario aseguran que el juzgado de guardia ha decretado el secreto de las actuaciones.