Iglesias asume la presidencia del Club del Mar por “temas operativos” e indica que aún no tiene “fecha” para dimitir

El mes pasado anunció que este año, a continuación de tomar posesión del cargo, convocaría nuevos comicios

David Iglesias tomó posesión esta semana como presidente del Club del Mar, después de unas elecciones el mes pasado en las que fue la única opción válida debido a que la otra candidatura que se presentó fue rechazada por defectos de forma. Tras ser elegido en una asamblea muy bronca, y pese a que en un primer momento indicó que no dimitiría, pronto anunció que dejaría el puesto debido a las tensiones interna. Ayer indicó que ha asumido “por temas operativos del club y que “aún no tengo fecha para dimitir”.

Iglesias explicó ayer a este diario que “de momento estoy trabajando para el club en asuntos que me parecen importantes” y que acudirá a mediados de este mes a una reunión de entidades deportivas con la Concejalía de Deportes. El Club del Mar gestiona en precario una piscina que pertenece al Ayuntamiento, aunque el convenio que regulaba esto acabó ya el 5 de mayo pasado y denuncia que esto le está causando pérdidas de gran importancia.

La anterior directiva, de la que era parte Iglesias, aprobó denunciar al Concello para reclamarle el descuadre económico: entre el 5 de mayo y el 30 de septiembre, calcula el club, perdió más de 73.000 euros por la piscina. El actual presidente señala que no ha habido novedades judiciales después de la admisión a trámite de esta denuncia.

El líder de la candidatura alternativa el mes pasado, Jorge Seco, indicó ayer a este diario que por el momento desde su equipo va “a dejar pasar las fiestas” y tras estas “mirar sin presentarnos” en las próximas elecciones. Cuando la candidatura de Seco fue rechazada por la comisión electoral, Iglesias manifestó su voluntad de que se le permitiese concurrir.

El actual presidente del Club del Mar declaró a este diario, tras la asamblea, que la discusión en esta fue una “tristeza”, pero que “de momento” descartaba dimitir. Sin embargo, poco después envió una carta a los socios en la que indicaba que “no me vale la pena” dirigir el club ya que “hay socios poniendo palos en las ruedas” y gente “buscando firmas para poner denuncias y mociones de censura”.

Así, afirmó que dimitiría tras tomar posesión y convocaría nuevas elecciones, indicando que se realizarían “con las mismas garantías con las que se celebraron estas”. También advirtió de que “las candidaturas que no se presenten correctamente serán desestimadas”.