Fito Ferreiro | Codirector del festival Norte Cinema Diverso

“El profesorado necesita ayuda de los activistas LGTBI en las aulas”

“La etapa de los institutos es muy complicada para el colectivo”

Fito Ferreiro, codirector del Norte Cinema Diverso.   | // IAGO LÓPEZ

Fito Ferreiro, codirector del Norte Cinema Diverso. | // IAGO LÓPEZ

El festival audiovisual LGTBI Norte Cinema Diverso sale del teatro para adentrase en las aulas. Antes de desembarcar con su segunda edición en el Teatro Colón, del 29 de febrero al 2 de marzo, los responsables del festival recorrerán desde este viernes varios institutos de la ciudad con la iniciativa NCD Educa para proyectar cuatro cortometrajes a los alumnos y alumnas de cuarto de la ESO y generar un debate sobre la realidad del colectivo acompañados de distintas entidades locales. La primera cita será hoy en IES Eusebio da Guarda, donde se hará un visionado de los cortometrajes Pancarta, El mueble de las fotos, Antes de la erupción y 17 minutos con Nora. “Tenemos que entrar en las aulas para ayudar a que la gente tenga sus referentes y se empodere y a los demás hacerlos aliados”, explica Fito Ferreiro, codirector del festival.

¿Qué buscan con esta nueva iniciativa?

Queremos llevar el festival a la gente más joven y acercarles la realidad del colectivo LGTBI para explicar, hablar y debatir nuestra realidad.

¿Desconocen esa realidad?

Les es conocida, pero eso no quiere decir que no tengamos que insistir, porque hay una parte de esa juventud que la desconoce y lo interesante es llegar a esa parte. Queremos llegar a todo ese alumnado.

Y lo hacen a través de cortometrajes. ¿Buena forma de llegar?

Queremos concienciar a los jóvenes a través del cine, de la cultura, que es un arma transformadora de la sociedad.

¿Se está abordando la realidad LGTBI desde las aulas?

Falta un poco de apoyo para llegar a ellas, pero los centros están abiertos a hacerlo. Cuesta acercarse a los colegios pero no se debe a que el alumnado o el profesorado no quieran. Ahora el profesorado está mucho más concienciado sobre la comunidad LGTBI que hace años. Antes dar una charla en un instituto era mucho más difícil. Pero esto requiere una intendencia y una comunicación que cuesta trabajo hacer. Sin apoyo real, hacemos lo que podemos de forma voluntaria.

¿Dónde falta ese apoyo entonces?

En Galicia cuesta más entrar en institutos y tenemos que hacerlo a través de gente conocida y de que se corra la voz. No hay un apoyo de la consellería para llegar a los institutos, tenemos que hacer nosotros toda la labor. La Administración educativa debería facilitarnos más la entrada en las aulas.

Ahora los jóvenes quizás ya esperan lo que van a hablar y no les coge por sorpresa, ¿no?

Sí que saben, pero es necesario ir a los centros. Todo el mundo sabe más o menos lo que es el colectivo LGTBI, pero falta fijar conceptos. También se trata de llegar a la gente menos friendly del colectivo, que pasa del tema o por lo que escucha en casa o por otros amigos está más en contra. A los aliados ya los tenemos, pero necesitamos que nuestra realidad y nuestras historias lleguen a toda la ciudadanía y a todos los escolares. Se trata de ir poco a poco cambiando la sociedad a través de la educación con gente joven.

El bullying LGTBI sigue existiendo en las aulas.

El bullying contra el colectivo LGTBI sigue existiendo, como todo tipo de bullying. La etapa de los institutos es muy complicada para el colectivo LGTBI y tenemos que luchar contra eso. Los jóvenes en ese momento están construyendo su personalidad y algunos tendrán herramientas y referentes, pero otros no. Tenemos que entrar en las aulas para ayudar a que esa gente tenga sus referentes y se empodere, y a los demás hacerlos aliados. En A Coruña el profesorado está trabajando bastante bien, pero necesita ayuda de los activistas LGTBI en las aulas.

¿Y los padres y madres cómo lo reciben?

Es la pescadilla que se muerde la cola. Hace ya veinte años propusimos algo parecido y los profesores decían que era complicado por culpa de las Ampas. En realidad son tres o cuatro padres en contra que hacen ruido. Pero la mayoría d los padres quieren este tipo de educación.

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