Entrevista | Isabel Tamarit Directora del tanatorio Pompas Fúnebres, que celebra su 50 aniversario

“Con los velatorios laicos abrimos las puertas a una necesidad latente en la sociedad”

“Es un error común no saber que las familias tienen derecho a elegir un tanatorio”

Isabel Tamarit, directora del tanatorio Pompas Fúnebres.   | // LOC

Isabel Tamarit, directora del tanatorio Pompas Fúnebres. | // LOC / Jacobo Caruncho

El tanatorio Pompas Fúnebres marcó un “hito” en el mundo funerario al convertirse en el primer tanatorio privado de España hace ya cincuenta años. Ubicado en A Palloza, el espacio ha ido evolucionando para adaptarse a las necesidades de las familias que pierden un ser querido hasta convertirse en un centro “de referencia” en Galicia y en España. El tanatorio celebra su medio siglo de historia bajo el lema 50 años abrazando historias, con el que quiere rendir homenaje a su trayectoria de “cercanía, empatía y compromiso con la comunidad”. “Las necesidades, las creencias, la manera de duelo de las familias, han ido evolucionando”, explica su directora, Isabel Tamarit.

Celebran cincuenta años de historia, medio siglo ofreciendo sus servicios.

Sí, además de historia no solo para nosotros, sino de historia en España, donde fuimos el primer tanatorio privado. Marcamos un hito real en lo que es el mundo funerario, en el gallego y en el de nuestro país en general.

¿Cree que han sido referencia para otras funerarias?

Sí, hemos sido un ejemplo a seguir. La muestra está en que por aquí pasaron básicamente todos los funerarios de otras zonas. Cuando murió Antonio Modia, el fundador y mi tío, a mí me llamaron de Granada o de Albacete funerarios que recordaban cómo cuando fueron a abrir su empresa funeraria, primero vinieron a A Coruña y mi tío les enseñaba de forma absolutamente transparente y abierta cómo se hacía el trabajo. Y eso fue de ayuda hacia el sector funerario, que empezó a crecer.

¿Cómo han evolucionado los velatorios en estos cincuenta años?

Hasta hace 50 años las familias velaban tradicionalmente en los hogares, pero eso era algo que poco a poco se iba haciendo más inviable. Cuando se creó la Palloza las salas de velatorio en ese momento se llamaban hogares, no se llamaban salas. Se pretendía ser una continuidad fuera de la casa. Algo que facilitase a las familias el proceso, pero sin perder esa sensación de intimidad y calidez que te ofrece el hogar.

Los tiempos y la sociedad han cambiado. ¿Cómo ha influido eso a los tanatorios?

Las necesidades, las creencias, la manera de duelo de las familias, han ido evolucionando. No es para nada uniforme, como a lo mejor hace veinte años. Hemos incorporado en la velación las pantallas en vivo recuerdo, una manera de recordar los buenos momentos de la vida del fallecido y compartirlo con los familiares y amigos que llegan al velatorio. Hablar de cómo el abuelo tocaba la trompeta y convertir el velatorio en un homenaje y facilitar de esa manera la pérdida del ser querido.

También ahora facilitan los velatorios laicos. ¿Hay demanda?

Las despedidas laicas tienen esa peculiaridad de que se hacen más recordando los momentos vitales de la persona fallecida. Pero todavía hay pocas, esto es más ir abriendo puertas de lo que sabemos que son necesidades latentes en la sociedad. La generación que por edad está falleciendo todavía no está tanto en esa tónica. Y los hijos, independientemente de lo que piensen, respetan lo que creen que sus padres hubiesen querido.

En su aniversario hablan de ecofunerales. ¿De qué se trata?

Con los ecofunerales buscamos minimizar los residuos que se producen en el sector funerario, priorizar los productos que son biodegradables y de proximidad y reducir en lo posible los productos tóxicos y el consumo de energía no renovable. Un ecofuneral no es más que una manifestación muy concreta, muy dirigida a la parte ecológica, de lo que es la apuesta por la sostenibilidad. Abarca también toda la parte social y de buen gobierno, que son igualmente importantes.

¿Cómo está el sector funerario en la actualidad?

Es un sector verticalizado, que hace que muchas compañías de seguros, las que tienen decesos, compren tanatorios. Si no la compañía directamente es el grupo en el que está la empresa de seguros. Y ya no solo tanatorios, sino cada vez más van teniendo residencias. Es un derecho constatado en la ley que las familias pueden elegir libremente el tanatorio al que quieran ir con independencia de la póliza de decesos que tengan. Es un error común no saberlo y no explicarlo.

No suelen verse tanatorios en los centros de las ciudades. ¿En qué les beneficia la ubicación en A Palloza?

Es una ubicación excelente. Por estar ubicados en el centro y no tener horno crematorio la gente cree que no tenemos servicio de cremación. Es un mito que hay que romper. Hace 50 años fuimos los primeros en cremar.

¿Y dónde creman entonces?

En Feáns. Estando en el centro de la ciudad no tienen que salir del tanatorio para poder presenciar, si quieren, la cremación. Lo hacemos a través de pantallas en directo con el horno de Feáns. Y para dar ese servicio completo hemos abierto una sala columbario.

¿Qué función tiene esa sala?

Es donde las familias pueden depositar sus cenizas, dando una ubicación fantástica, vigilada y ubicada en el centro. Pueden ir cualquier día del año las 24 horas a honrar, a dar un homenaje, a hacer un saludo a su ser querido. Y esto es importante porque ya desde hace mucho tiempo no existen ceniceros disponibles ni en Feáns ni en San Amaro. Realmente no existe otra posibilidad.

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