El desgaste de los ‘fingers’ de Alvedro provoca incidencias y la plantilla avisa de que su cambio es “urgente”

Los fingers del aeropuerto de Alvedro, las pasarelas por las que los pasajeros acceden desde la terminal al avión, están desgastados, pues son del año 2000, y esto provoca incidencias. La última, esta misma semana: el vuelo a Málaga salió con más de una hora de retraso porque el finger se quedó bloqueado. Ayer ya operaban con normalidad, aunque los trabajadores avisan que su cambio es “urgente” para evitar este tipo de situaciones y hacer que la experiencia del usuario sea más confortable. Aena sacó a licitación el año pasado, por 2,2 millones de euros, la renovación de las pasarelas, pero el contrato todavía no se ha adjudicado.

El presidente del comité de empresa de Alvedro, Gustavo García, explica que “desde el año pasado” estas pasarelas de acceso “están dando problemas por averías” por lo que su sustitución es “bastante urgente”.

El pliego para su renovación se elaboró durante dos años y en 2023 por fin Aena lo saco a licitación, aunque todavía no se ha resuelto. La vida útil de estas estructuras suele ser de unos 20 años, aunque las de Alvedro están instaladas en el aeropuerto desde el 2000. “Estimamos que este año se hará”, indica García, aunque le preocupan los plazos. “Desde la pandemia, los plazos de suministro de material se alargan mucho, incluso hasta el doble tiempo que antes”, expone. De todos modos, espera que en este 2024 el aeródromo coruñés pueda estrenar nuevos fingers.

Los pasajeros que el lunes viajaban a Málaga tuvieron que sufrir más de una hora de retraso por una avería en una de las pasarelas, algo que “no suele ser habitual”, dice el presidente del comité de empresa, pero que “a veces ocurre y no se puede repetir”.

García apunta a la “urgencia” de cambiar estos fingers para que “los pasajeros puedan acceder al avión de una forma correcta”. Una vez que se adjudique el contrato, se eliminarán las pasarelas actuales y, mientras no se habiliten las nuevas, “se instalará una escalera provisional desde el primer piso —donde se encuentran las puertas tres y cuatro— para que se pueda bajar a la plataforma y llegar al avión”, describe Gustavo García.

Los fingers, cuenta el presidente del comité de empresa de Alvedro, “agiliza mucho el proceso de embarque” y, además, “facilita la comodidad de los pasajeros, que están a cubierto” y no tienen que cruzar la pista, sobre todo si está lloviendo

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