Trabajadoras de escuelas infantiles municipales reclaman mejoras salariales y bajar la ratio de alumnos

Denuncian una “situación de precariedad laboral” ELa Xunta indica que debe ser el Concello el que dé respuesta a las demandas

Trabajadoras de las escuelas infantiles municipales en una manifestación por su convenio. |   // LOC

Trabajadoras de las escuelas infantiles municipales en una manifestación por su convenio. | // LOC / Ana Carro

Las trabajadoras de la red de escuelas infantiles municipales de A Coruña han denunciado la “situación de precariedad laboral” en la que se encuentran y reclaman a las Administraciones que se baje la ratio —número máximo de niños por profesional o grupo— para ofrecer un mejor servicio. Además, exigen mejoras salariales ya que el sueldo es de “solo 50 euros más que el salario mínimo”, como indica una de las empleadas, Ana Mora. La plantilla, que asegura que tiene el “apoyo de las familias”, no descarta movilizarse para lograr “que se mejoren las condiciones de las trabajadoras y de los alumnos”.

Entre las peticiones se encuentra, además de la bajada de la ratio y la subida de salarios, una equiparación con el calendario escolar del segundo ciclo —es decir, de 3 a 6 años—, garantizar el modelo de pareja educativa en todas las escuelas, que los hijos e hijas de las trabajadoras tengan prioridad para obtener plazo y que las reuniones y claustros se paguen como horas extra o se celebren dentro de la jornada laboral.

La Xunta apunta que “debe ser el Concello el que dé respuesta a estas demandas”. Sin embargo, la Consellería de Educación avanza que “se está trabajando a nivel nacional en una normativa común que marque la ratio de personal para centros de 0 a 3 años”, aunque no especifica nada respecto al número de alumnos. El Gobierno local, consultado por este diario, evitó valorar las reclamaciones de las docentes.

E Ratios abusivos. “Es completamente imposible ofrecer un servicio de calidad con las aulas llenas”, señalan las trabajadoras de las escuelas infantiles municipales a través de un comunicado, en el que denuncian que “la atención esmerada y los cuidados privilegiados” están quedando “relegados a un segundo plano”. Uno de los motivos, apuntan, son las “ratios abusivas”, con ocho menores de 1 año por persona adulta, 13 menores de 1-2 años y otros 20 de 2-3, mientras que las recomendaciones de la Red de Atención a la Infancia de la Comisión Europea son, respectivamente, “4, 6 y 8 menores”. “Las escuelas infantiles no deberían convertirse en aparcamientos de niños y niñas”, protestan.

E Horarios y vacaciones. Para pedir que haya una equiparación con el calendario escolar del segundo ciclo de Infantil, las empleadas recuerdan que, según la Ley de Educación, “la Educación Infantil constituye una etapa educativa que abarca desde el nacimiento hasta los seis años”. Sin embargo, aprecian diferencias entre ambos ciclos. “El número de horas lectivas diarias en un centro de 0-3 es de un máximo de ocho, mientras que de 3-6 es de cinco horas”, exponen. También hay diferencias en las vacaciones ya que estas escuelas infantiles permanecen abiertas “en Semana Santa, Navidad y verano” e inician “el curso 15 días antes que el resto”.

E Condiciones salariales. Las empleadas exigen mejoras en sus salarios. En el comunicado explican que, según lo establecido en la Carta Social Europea, son “trabajadoras pobres”. De ahí que soliciten que se “aumenten las partidas presupuestarias” para “dignificar los salarios”. Muchas afectadas por esta situación tienen que continuar su trabajo “en otros lugares para poder llegar a fin de mes”.

E Condiciones laborales. Denuncian, también, una sobrecarga de trabajo ya que la totalidad de la jornada es de “atención directa” a los pequeños, por lo que después, y de forma no remunerada, tienen que atender tareas como “programar, organizar y preparar el trabajo” diario. Destacan que son las propias educadoras las que atienden a los niños y niñas con necesidades educativas especiales “sin apoyos de ningún tipo, sin servicio de atención temprana, sin departamento de orientación y sin especialistas en Pedagogía Terapéutica ni en Audición y Lenguaje”.

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