Rescate en la ría de A Coruña: “Tardamos cuatro minutos, si tardamos cinco más, podrían haber muerto”

El buque ‘Betelgeuse’, que rescató a dos náufragos el martes, también lucha contra la contaminación y realiza evacuaciones médicas

El patrón de la ‘Betelgeuse’, ante el buque y con dos miembros de la tripulación.   | // SASEMAR

El patrón de la ‘Betelgeuse’, ante el buque y con dos miembros de la tripulación. | // SASEMAR / Enrique Carballo

Este martes, los tres tripulantes del buque de Salvamento Marítimo Betelgeuse, con sede en A Coruña, estaban realizando tareas de mantenimiento cuando les llegó el aviso de que había naufragado una embarcación de recreo ante la costa de Oleiros, a la altura de O Seixo Branco, y había gente en el agua. El patrón, Pablo Varela, se puso en marcha al instante con el mecánico y marinero que completan la dotación, y, según recuerda, “llegamos enseguida”. En cuatro minutos estaban en la zona del accidente, ayudando a los dos náufragos a salir de las aguas, y la rapidez, explica Varela, fue crucial, pues si hubiesen llegado “cinco o diez minutos más tarde, esto podría haber resultado fatal”.

Varela es patrón de Salvamento Marítimo desde hace 25 años, y antes de estar en A Coruña trabajó en Asturias y Canarias: tiene experiencia en varias clases de operaciones en el mar, “incluido el rescate de pateras”. Pero, pese a su experiencia, califica la del martes como una “operación arriesgada”, realizada en “una zona peligrosa”, con rompientes, y en la que “todo sucedió muy rápido”. En el cielo “lucía el Sol”, pero en la costa de Oleiros “había olas de hasta tres metros y era peligroso navegar por allí”. Al acercarse se encontraron con la imagen de la embarcación accidentada, llamada Flipper, “semihundida y con la proa al Sol”, recuerda el patrón de Salvamento Marítimo.

Desde la Betelgeuse localizaron a los dos náufragos en una zona de rompientes y los subieron “enseguida”. “Uno de ellos estaba con hipotermia y el otro con posibles costillas rotas”, explica Varela. El buque atracó a las 11.34 horas en el muelle de Oza, donde los esperaban dos ambulancias. Había pasado menos de un cuarto de hora desde que un particular había dado un aviso, a las 11.08 horas, de que había gente en el agua.

La alarma fue también una coincidencia feliz, ya que ese día grupos de alumnos de instituto estaban visitando la costa de Oleiros en una jornada organizada por el Ceida de Santa Cruz. Según explicó en la cadena COPE una de sus educadoras ambientales, Verónica Campos, “una estudiante en prácticas avisó de que acababa de volcar”.

Según le contaron a Varela las dos personas que fueron rescatadas, el naufragio fue repentino. “Su embarcación sufrió un golpe de mar y todo sucedió tan rápido que nos les dio tiempo ni a respirar” antes de caer al agua, explica, y “cuando se quisieron dar cuenta, ya estaban engullidos por una ola y no sabían dónde estaban”. Por suerte, la historia acabó bien. “Nos sentimos muy contentos y satisfechos de haber podido salvarles la vida”, señala el patrón, que dijo a los dos rescatados, que estaban “muy agradecidos”, que “la vida sigue: ahora tenéis que aprender de esta experiencia y seguir adelante”.

Lo que hizo que los náufragos “pudieran salvarse”, en su opinión, fue que los dos llevaban puesto el chaleco salvavidas, que es una de las recomendaciones que da a cualquiera que navegue por la zona de O Seixo Branco en embarcaciones de pequeño calado. “También es importante tener un plan de navegación y siempre avisar de la salida a algún familiar o conocido en tierra”, pues así, si un barco no regresa a tierra a la hora prevista, este puede alertar a los servicios de emergencia.

“Operaciones muy variadas”

La Betelgeuse, en palabras de su patrón, realiza “operaciones muy variadas” desde su base en A Coruña, que Varela, desde su cuarto de siglo al frente de un buque de Salvamento, indica que tiene “mucho movimiento”. Realizan remolques tanto de pesqueros como de embarcaciones de recreo cuando tienen problemas mecánicos, y también “evacuaciones médicas” de tripulantes o pasajeros de buques que están por la zona. También colaboran en operaciones de lucha contra la contaminación en el océano.

La coordinación de las operaciones se realiza desde la Torre de Control, que permite a la Betelgeuse actuar en conjunto con otros buques remolcadores y con los Helimer, los helicópteros de Salvamento Marítimo. “Y no nos podemos olvidar de la colaboración con otros organismos como Gardacostas, Cruz Roja y Guardia Civil”, resalta Varela, que recuerda que el martes también se activaron el barco de la Armada Intermares, el pesquero Anagelis y la embarcación Río Xallas de la Guardia Civil.

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