La transgresión de Victoria Gil, en las paredes de la Luís Seoane

Basta con echar un vistazo a la primera planta de la Fundación Luís Seoane para saber que la obra de Victoria Gil (Badajoz, 1963) no deja indiferente a nadie. Con una práctica artística “posicionada en las corrientes feminista desde sus inicios en los 80”, la artista pacense usa la “transgresión y la ironía” como herramientas para su obra. Acuarelas, óleos, fotografía intervenida, textil o lienzo forman parte de Coser el río, la exposición que se inaugura esta tarde (20.00 horas) y que estará abierta hasta el 1 de septiembre. “Es su primera vez en Galicia”, cuenta la comisaria de la muestra, Esther Regueira, durante el montaje.

Desvela que la exposición “está articulada casi como si fuera una novela, por capítulos” en los que el visitante encontrará diferentes temáticas que definen a la artista: “abusos del poder, la construcción política de los cuerpos, los tabús impuestos por la religión, la cosificación de las mujeres por parte de una sociedad heteropatriarcal y los efectos del capitalismo sobre identidades, deseos o cuerpos”.

Tras dos años trabajando en Coser el río, la comisaria, que conoce a Victoria Gil desde los años 90, cuenta que dentro de la Luís Seoane hay piezas muy especiales: “Como la Houdina del año 91, que es del MoMA de Nueva York. Es una intervención del mago escapista y ahora ha hecho otra para esta exposición”. El mensaje es claro: “Houdina sigue sin poder ser atrapada”. Además, Gil hace un pequeño guiño a Galicia con encajes de Camariñas que ella misma ha intervenido para la ocasión. Su homenaje a las palilleiras y a “esas reuniones de mujeres que hacen bordados o se dedican al textil que se convirtieron en espacios de confesión y conversación”. “Ella es extremeña, pero ha pasado algún verano en Galicia”, apunta, y añade que es una artista “con mucha curiosidad” y que “asume riesgos”. “Es una de las grandes artistas del panorama español”, concluye.