Pedro Manuel Ruiz-Lázaro nnficha personal | Psiquiatra, intervino en las II Jornadas sobre Trastornos de la Conducta Alimentaria

“A través de TikTok vemos que aparecen nuevos casos de trastorno alimentario”

“Un tercio de los casos de anorexia o bulimia tarda en superarse más de cinco años”

Pedro Manuel Ruiz-Lázaro, ayer en Afundación.   | // CARLOS PARDELLAS

Pedro Manuel Ruiz-Lázaro, ayer en Afundación. | // CARLOS PARDELLAS / R. D. Rodríguez

Los trastornos relacionados con la autopercepción y la distorsión de la imagen corporal o trastornos de la conducta alimentaria (TCA) reunieron ayer en A Coruña a una decena de profesionales que abordaron la materia desde enfoques clínicos, psicológicos, alimenticios y culturales. Estas perspectivas las repasó en Afundación el psiquiatra Pedro Manuel Ruiz-Lázaro, autor de varias guías prácticas para la prevención de este tipo de trastornos. La jornada fue organizada por la Asociación de Bulimia y Anorexia de A Coruña (ABAC) y la Fundación San Rafael.

¿Los TCA han evolucionado con el tiempo o se sufren ahora tanto, y de la misma manera, como cuando empezó a investigarse en ellos?

En veinticinco años ha habido cambios. El TCA es un trastorno mental que se produce por causas orgánicas y también se debe a un factor muy cultural. Es un trastorno multifactorial. En nuestra cultura y nuestra sociedad estos trastornos tienen mucho que ver con la imagen corporal, tanto de la mujer como del hombre, sobre todo la mujer, y constatamos cambios en los comportamientos de conducta alimentaria de ambos. Por ejemplo, ahora las mujeres tienen más preocupación por los muslos y el abdomen, no tanto por los pechos y las nalgas, que ahora están mejor valorados en el modelo estético que tenemos en la mente. Otro cambio son las autolesiones no suicidas: antes se notaban más en pacientes con trastorno de personalidad o morbilidad, ahora los advertimos en pacientes que no tienen problemas de personalidad.

¿Hasta qué extremos son peligrosos ciertos comportamientos obsesivos con la alimentación, como la bulimia [ingesta excesiva de alimentos en un periodo corto de tiempo] y la anorexia [temor intenso a aumentar de peso], y con el gusto estético?

Las redes sociales, que en principio no son especialmente peligrosas ni dañinas, contienen sin embargo mensajes poco saludables y desvirtuados. Hemos demostrado que hay una relación causal de las imágenes y mensajes que se mandan a través de TikTok con la aparición de nuevos casos de trastorno alimentario. La accesibilidad a las pantallas es buena, proporciona información, pero su uso inadecuado puede dañar mucho a personas vulnerables y causarles trastornos.

La publicidad, el cine o la moda brindan contenidos de culto al cuerpo y tienen un impacto muy directo en el público. ¿Cómo y quién debe intervenir para prevenir de sus efectos más dañinos?

Con lo que llamamos alfabetización en medios, es decir, enseñar a través de talleres a ser críticos con los modelos estéticos establecidos en la actualidad, a reconocer la manipulación de las imágenes y a tener conciencia crítica.

¿Hay trastornos alimentarios de los que no nos damos cuenta?

A partir de la edad juvenil cerca de la edad adulta, y más en adultos, se da el trastorno por atracones o sobreingesta compulsiva, lo que se conoce en inglés como binge eating disorder. Es cada vez más frecuente: picotear de forma muy ansiosa por aburrimiento o angustia y no hacer nada para compensarlo; así se va ganando peso, y nos encontramos con que hasta un 30% de las personas obesas adultas sufren trastornos estéticos por atracones. Este comportamiento no es tan conocido y quien lo sufre tiene vergüenza a contárselo a su médico o su psicólogo.

Ya que lo menciona: ¿el trastorno se esconde más por miedo a que se sepa o los pacientes (jóvenes o adultos) se abren hoy más a contarlo?

En general, hemos mejorado a la hora de comunicar nuestros problemas de salud mental, pero a la gente con TCA le sigue costando mucho reconocer que les sucede algo y pedir ayuda, muchas veces porque piensan que por curarse de la enfermedad van a ganar peso. Se suele tardar unos dos años en solicitar ayuda por una anorexia, y se puede esperar hasta cuatro en el caso de una bulimia.

¿Puede eternizarse la cura, la superación de una anorexia?

Entre tres y cinco años es lo habitual, es lo que tarda un 65% de los pacientes. Pero un tercio de los casos va más allá de los cinco años. Hay gente que tarda décadas en resolver su problema, 15 o 20 años.

¿Es habitual recaer?

Generalmente son procesos psicoterapéuticos largos, con recaídas y altibajos. El reto es que esa persona se alimente de forma saludable y que su relación con la alimentación vuelva a ser normal, que no la viva como un sufrimiento o una fuente de malestar, sino como una necesidad vital de disfrute.

¿Comemos bien en general o podemos caer en un trastorno alimentario sin percatarnos?

En la prevención es importante llevar una dieta saludable y equilibrada. Sabemos que la dieta mediterránea y la dieta atlántica, la de aquí de Galicia, previenen todo tipo de enfermedades cardiovasculares y también ayudan a evitar que aparezcan los trastornos de conducta alimentaria. Pero todo el mundo puede caer en un TCA si coinciden ciertos factores, como la predisposición genética, el estrés, el manejo incorrecto de las emociones negativas.

¿Afrontar un TCA requiere una solución que no sea solo médica?

Efectivamente, interdisciplinar. Hace falta más de un equipo de profesionales.

Y las familias de los pacientes, ¿qué papel tienen?

Las familias son fundamentales, y más si los hijos menores de 18 años tienen un problema alimentario. De hecho, las terapias de tratamiento de TCA están basadas en las familias. Pero es cierto que los adolescentes son más reacios a comunicar a los padres lo que les pasa por miedo a que ellos se alarmen o intervengan de forma errónea. Hemos tenido que trabajar mucho en mejorar la conciencia hacia estas enfermedades y en trabajar con las familias para que detecten de forma adecuada los trastornos de sus hijos.

Usted es autor de varias guías didácticas para afrontar un TCA. ¿Cuál es el factor de éxito de una guía de buenas prácticas?

Su objetivo es ofrecer recomendaciones basadas en estudios científicos, por lo que deben estar actualizadas según los descubrimientos que hacen doctores y científicos. En España, los grupos de investigación hemos desarrollado distintos trabajos sobre lo que sabemos hoy en día acerca de la prevención. Se pueden usar en colegios e institutos para percibir el comportamiento alimentario de los jóvenes.