Los vecinos se oponen a los cambios en la obra de las Casas de Franco y retomarán las protestas

El Concello rebajará el muro, cambiará el pavimento inicial, instalará rampas y reordenará las plazas de aparcamiento

Protesta de los vecinos de Casas de Franco contra las obras, en febrero. |   // IAGO LÓPEZ

Protesta de los vecinos de Casas de Franco contra las obras, en febrero. | // IAGO LÓPEZ / marta otero mayán

Los vecinos de Casas de Franco continúan en pie de guerra contra un proyecto de reforma que, juzgan, les “aísla” del resto de la ciudad. Su malestar con las actuaciones planteadas, que proyectaban levantar un muro para rodear la urbanización o eliminar algunas de las plazas de aparcamiento para aumentar la superficie ajardinada llevó al Concello a replantear el proyecto tras una reunión con los residentes. La nueva propuesta, no obstante, tampoco satisface las demandas de los vecinos, que exigen la “paralización” de las obras hasta que ambas partes “lleguen a un acuerdo” y anuncian movilizaciones en la calle.

El Concello comunicó que adaptará el proyecto de rehabilitación del entorno de esta zona de O Ventorrillo “para incluir la mayoría de las peticiones vecinales”. Estas modificaciones incluyen el rebaje del parterre planteado inicialmente, que “quedará a la altura de la plataforma de estancia”, es decir, 40 centímetros, un requisito que, alega el Ayuntamiento, recoge el Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión, “ya que es necesaria la instalación de nuevas conducciones eléctricas”, y la existencia de un aparcamiento subterráneo “hace imposible” llevarlas bajo tierra. Otras modificaciones son la substitución del pavimento previsto, de pavicésped, por otros materiales.

Una de las preocupaciones de las comunidades de propietarios de los tres portales con salida a la ronda de Outeiro eran las dificultades de accesibilidad que podían comportar, para personas mayores y con movilidad reducida, algunos elementos de la obra, por lo que el Concello se ha comprometido a incluir “nuevas rampas de acceso” y a estudiar la reformulación de plazas de aparcamiento para “compensar la incidencia” en el estacionamiento derivada de las reformas.

El Concello destaca que las actuaciones cuentan con un presupuesto de 470.000 euros, y que persiguen la urbanización de una “zona degradada” en la que se introducirán nuevas zonas verdes y espacios para uso público.

Pero la solución no ha satisfecho las demandas de los vecinos, que se muestran escépticos con la “voluntad” del Concello para escuchar sus reclamaciones. Entre sus principales quejas, está el parterre de 40 centímetros, que, consideran, “deja a los portales y negocios sin acceso directo a los vecinos a la ronda de Outeiro”, o la eliminación de las plazas de aparcamiento en el frente de la vía principal, que deja “sin carga y descarga a servicios fundamentales”, como la farmacia. También muestran su preocupación por el hecho de que la actuación pudiese impedir la instalación de carril bici en la ronda de Outeiro, y por el hecho de que la colocación de una pérgola cubierta en el parque derive en “problemas de inseguridad” en un barrio que, recuerdan, ya los ha padecido en el pasado.

Los residentes de la zona demandan la paralización de las obras hasta que exista un acuerdo entre ambas partes y anuncian que retomarán las movilizaciones “como medida de presión”. También llaman a la colaboración de los grupos políticos y entidades vecinales para que se alineen con sus demandas.

Críticas por falta de diálogo

El grupo municipal del PP ha afeado a la alcaldesa, Inés Rey, lo que consideran como “falta de diálogo” con vecinos, administraciones o empleados municipales. Los populares se unan a las quejas de los vecinos de Casas de Franco, como también de los residentes en otros barrios con problemas por obras “sin consenso”, como los de Pintor Laxeiro. “Rey sigue sin recibir a las nueve asociaciones vecinales que le pidieron una reunión en agosto y que ahora ya son 17. En febrero se aprobó una moción por unanimidad para que las recibiese”, critica el PP.