Pollini: el genio que conmovió A Coruña

El pianista italiano fallecido el pasado fin de semana, uno de los mejores del mundo, tocó tres veces en la ciudad y dirigió la Orquesta Sinfónica de Galicia en 2004, 2007 y 2014

Pollini (centro, de pie) en 2014 en el Palacio de la Ópera con su hijo Daniele a la batuta.   | // VÍCTOR ECHAVE

Pollini (centro, de pie) en 2014 en el Palacio de la Ópera con su hijo Daniele a la batuta. | // VÍCTOR ECHAVE / M. Villar

“Tras un minuto de impresionante silencio, todavía sobrecogidas por el espantoso atentado terrorista del día anterior, mil setecientas personas, congregadas en el Palacio de la Ópera, recibieron la música de Mozart como un bálsamo para el espíritu conturbado. Sobre todo, porque la música se había confiado a uno de los grandes artistas de nuestro tiempo: Maurizio Pollini”. Así comenzaba el colaborador de LA OPINIÓN Julio Andrade Malde su crítica musical del concierto que ofreció la Orquesta Sinfónica de Galicia (OSG) con Pollini como director y solista en la que fue la primera visita de este genio italiano, uno de los mejores pianistas de todos los tiempos, a la ciudad coruñesa. Volvería dos veces más, pero la primera vez, como expresaba este crítico, fue un momento especial, justo al día siguiente de los atentados terroristas del 11M en Madrid.

Maurizio Pollini falleció el pasado sábado a los 82 años tras una larga enfermedad que le había obligado a cancelar sus últimos conciertos, según anunció el teatro italiano de la Scala, que lo esperaba para tocar el próximo octubre. Debutó en 1958 y su último concierto fue en febrero de 2023. Tocó 168 veces en La Scala, el templo milanés de la Ópera.

Pollini interpretó su música con grandes orquestas y numerosas compañías, destacó en música de cámara y ofreció numerosos conciertos, como el ciclo de 32 sonatas de Beethoven en 1995.

Este genio en 2004, al tocar y dirigir la Sinfónica en A Coruña, fue definido como un “acontecimiento histórico” en la ciudad. Dirigió Las bodas de Fígaro e interpretó al piano dos conciertos de Mozart. También supieron entonces los coruñeses algunas características de su carácter. No concedía entrevistas y podía abandonar un auditorio si, por ejemplo, le molestaba el aire acondicionado, como sucedió en el Auditorio Nacional de Madrid en 2002.

Tres años después, en enero de 2007, el que fue uno de los pianistas más importantes del mundo regresó al Palacio de la Ópera de A Coruña, de nuevo con la Orquesta Sinfónica de Galicia, y otra vez con Mozart en su repertorio (El rapto en el serrallo, conciertos para piano y orquesta número 12 y 14).

Pollini ensaya con la Sinfónica antes del concierto en 2004.   | // L.O.

Pollini ensaya con la Sinfónica antes del concierto en 2004. | // L.O. / M. Villar

La actuación finalizó con una ovación. Por segunda vez, Pollini hizo doblete como solista y director. Su presencia había sido anunciada en septiembre de 2006, cuando el entonces director de la Sinfónica Víctor Pablo Pérez anunció el programa de la nueva temporada de conciertos, con motivo también de la celebración de los tres lustros de vida de la OSG.

Habría que esperar siete años más, hasta noviembre de 2014, para que los coruñeses y coruñesas volviesen a disfrutar de la genialidad de Pollini, en esta ocasión con un plus: estuvo acompañado de su hijo Daniele a la batuta, en el que fue uno de los conciertos de lujo de la temporada de abono de entonces, y que se ofreció en sesión doble.

Daniele Pollini es también pianista además de director y compositor, con trabajo que se extiende hasta la música electrónica. En esa tercera visita a la ciudad herculina su padre y él estuvieron de nuevo arropados por los músicos de la Sinfónica para ofrecer piezas de Beethoven. En esa última actuación en A Coruña la crítica musical elogió más a Pollini padre que a Pollini hijo.

Tras el fallecimiento de Pollini, los historiadores de la música y críticos han destacado a este intérprete como un leyenda, un pianista de enorme calidad artística, que siguió tocando a pesar sus problemas de salud en los últimos tiempos. Incluso tenía concertados recitales en varias ciudades españolas para el próximo mes de abril.

De él se destaca como un gran renovador en la interpretación, una “referencia fundamental en la vida artística” del teatro la Scala durante más de cincuenta años, según escribió esta sala en su página web, donde también destacó el prodigioso virtuosismo, la amplitud de repertorio y la originalidad de sus interpretaciones. Pero junto a su dimensión profesional, en la música, también se destaca de Pollini su faceta social, como humanista. Perteneciente al Partido COmunista de Italia, realizó proyectos sociales y educativos junto a otro genio, Claudio Abbado, para realizar recitales en barrios obreros y fábricas. No le importaron las críticas cuando se manifestó contra la guerra de Vietnam o se pronunció en contra de las dictaduras.

Maurizio Pollini (nacido en Milán en 1942), fue un intérprete capaz de revolucionar la percepción de autores como Chopin, Debussy y el propio Beethoven y promover con incansable dedicación la escucha de las vanguardias históricas, sobre todo de Schönberg, y de la música actual, según recuerda la que fuera su casa durante cinco décadas.