Los hoteles de A Coruña resisten al mal tiempo sin apenas cancelaciones y con un 75% de ocupación

Paraguas y chubasqueros, en la maleta de los visitantes: “No importa, llueve en toda Galicia”

Lara, Rita y Hugo, de Póvoa de Varzim, en María Pita.

Lara, Rita y Hugo, de Póvoa de Varzim, en María Pita. / Miguel Miramontes

Es Semana Santa y en A Coruña llueve, como en toda Galicia. ¿Y qué? “Se soporta. Es lo que hay”. Así lo asume una pareja “del interior” al salir de una pulpería de la plaza de María Pita. Se abrochan los chubasqueros y pasean en dirección a la Marina bajo la lluvia. “No importa, el agua viene bien”, proclama un joven con dos amigas, también de paso “unos días” en la ciudad. “Con paraguas nos protegemos bien”. Con este resignación y sin lamentaciones afrontan los turistas y visitantes en A Coruña esta lluviosa Semana Santa; la misma actitud que manifiestan los hoteles, que admiten una pequeña bajada en la ocupación, hasta el 75%, y un número “no excesivo de cancelaciones” por la meteorología adversa.

David y Emanuele, de Madrid, en la calle Galera.

David y Emanuele, de Madrid, en la calle Galera. / Miguel Miramontes

“Mantenemos el 75% de ocupación previsto este año porque aunque ha habido alguna cancelación, un 5% de reservas, se ha compensado con nuevas reservas, otro 5%”, describe la situación Agustín Collazo, presidente de Hospeco y responsable del NH Finisterre. José Blanco Castiñeira, director de los hoteles Plaza y Avenida, señala, ayer miércoles, que “no hay un porcentaje llamativo de cancelaciones, aunque aún puede haber”, y confía en que las previsiones de ocupación se mantengan en los próximos días porque “el clima parece que mejora el sábado”.

Cris y Manu, de Barcelona, en la Marina.

Cris y Manu, de Barcelona, en la Marina. / Miguel Miramontes

Visitantes de distintas zonas de España han conocido la ciudad estos días. Un paseo por las calles más céntricas permite comprobar la mezcla de acentos. También otros gallegos (de Santiago, de Pontevedra, de Vigo) han apostado por pasar horas o días en la ciudad lejos de sus lugares de origen. “¿Qué más da Santiago que A Coruña si llueve en todas partes? El caso es viajar y salir de casa”, comentaba una familia gallega de cinco miembros en una terraza.

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