Primor deberá recuperar la carpintería y los huecos de la fachada para volver a abrir

La comisión del plan del casco histórico plantea que el bajo recobre su diseño original

Los vanos tendrán que ser de la misma forma y dimensiones y la madera sustituirá al metal

Fachada del establecimiento Primor de A Coruña, tras su cierre por el Concello. |   // CASTELEIRO/ROLLER AGENCIA

Fachada del establecimiento Primor de A Coruña, tras su cierre por el Concello. | // CASTELEIRO/ROLLER AGENCIA / José Manuel Gutiérrez

La reapertura del establecimiento Primor en el número 15-17 del Cantón Pequeño, cerrado por orden del Concello tras comprobar que se reformó sin licencia y que carecía de permiso para abrir, estará condicionada a la recuperación por la empresa de los huecos originales de la fachada y de la carpintería de madera con que contaba el bajo del edificio en 1927, el año de su construcción. La remodelación de este local no respetó los criterios establecidos por el Plan Especial de Protección y Reforma Interior (Pepri) del casco histórico, aprobado en 2015, y que obliga a rescatar el aspecto primitivo del inmueble en la medida de lo posible.

La intervención efectuada por Primor instaló unos vanos en la planta baja de la fachada diferentes a los del diseño inicial y que los posteriores ocupantes de ese espacio no tuvieron que mantener debido a que no existía la normativa urbanística actual, que ahora obliga al nuevo propietario a restablecer el número y la forma de esos huecos.

Otra de las infracciones apreciadas por los técnicos que integran la comisión asesora del Pepri, que emiten informes sobre las propuestas que se presentan para obras en la Pescadería y la Ciudad Vieja, fue que las carpinterías utilizadas en esta reforma fueron metálicas, en lugar de las de madera que caracterizaban a lo que en un primer momento fue la sede de The Anglo-South American Bank y luego del Banco Español de Crédito.

Primor abrió su establecimiento del Cantón Pequeño el pasado 12 de marzo con una gran expectación, ya que la fama alcanzada por esta cadena de cosmética y perfumería hizo que muchas personas se interesaran por su implantación en la ciudad. A pesar de que los trabajos de reforma del bajo se desarrollaron durante varios meses, hubo que esperar a que la comisión asesora del Pepri advirtiese el 15 de marzo de que las obras realizadas carecían de licencia municipal, de lo que informó al departamento de Disciplina Urbanística, el cual aplicó la orden de cierre el día 28 de ese mes.

La comisión, cuyo dictamen fue contrario a la remodelación efectuada por la empresa, detalló que las obras se llevaron a cabo “sin acomodarse a la normativa”, puesto que al figurar en el catálogo de patrimonio del plan general con un grado de protección integral “resulta obligada la recuperación de la planta baja del edificio original, conforme a los artículos 70, 71 y 78 del Pepri”. Los técnicos explicaron que esa actuación tiene que hacerse porque Primor pretendía poner en marcha una nueva actividad comercial en ese espacio.

El edificio es obra del arquitecto coruñés Eduardo Rodríguez Losada y fue diseñado en un estilo ecléctico con tan solo seis plantas, a las que posteriormente se añadió otra más. En su fachada destacan las columnas y pilares de forma cuadrangular adosados a la pared que recorren las tres primeras plantas, su composición asimétrica y los motivos decorativos combinados de forma “muy arbitraria”, según detalla la ficha del Pepri sobre el inmueble.

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