Fin a la tregua en Casas de Franco: “Seguiremos protestando hasta que el Concello nos escuche”

Los residentes vuelven a cortar el tráfico por la reforma ante sus viviendas, juzgan los cambios insuficientes y piden que se aclare el porqué de crear una plataforma elevada

Los vecinos de Casas de Franco, de nuevo en pie de guerra: "Queremos transparencia y que se nos escuche"

Carlos Pardellas

Se acabó la tregua en O Ventorrillo. Entre carteles de “No a las barreras”, “Alcaldesa, escucha a los mayores” o “No a la supresión del aparcamiento”, los vecinos de Casas de Franco han vuelto a cortar el tráfico en la ronda de Outeiro para exigir que se modifique el proyecto de reforma que afecta a unos 100 metros de acera frente al conjunto de viviendas.

Los vecinos habían paralizado las movilizaciones, que iniciaron en febrero con el fin de visibilizar su malestar con algunos aspectos de la reforma, ante el compromiso, por parte del Gobierno local, de estudiar sus peticiones y reformar el proyecto. Ahora han retomado las protestas al considerar que las modificaciones propuestas por el Ayuntamiento no se ajustan a sus demandas ni solucionan los problemas de accesibilidad que, aseguran, derivarían de las actuaciones.

“Dicen que llegaron a un acuerdo y atendieron a nuestras premisas, no es así. Antes teníamos accesibilidad universal, ahora quieren hacer una reforma con barreras, nos implantan escalones y rampa para acceder al jardín”, critica Deborah Cotelo, la portavoz de los residentes congregados. La elevación de la zona de esparcimiento es uno de los grandes puntos de fricción entre vecinos y Concello, ya que los primeros achacan falta de transparencia a la hora de explicar el por qué de optar por esa solución.

“Primero nos dijeron que era para impermeabilizar, luego que necesitaban profundidad de un metro para implantar la arboleda, ahora dicen que no, que es por el cableado eléctrico. Solicitamos el informe a Fenosa para que nos expliquen lo del cableado. Queremos transparencia y que se nos escuche”, demandan los vecinos.

Otro punto de desacuerdo entre ambas partes es el parterre de metro y medio que, en el proyecto original, rodearía el conjunto de viviendas en paralelo a la ronda de Outeiro. Una actuación a la que los vecinos se oponen —en la jornada de ayer, entre gritos de “¡No al muro!” al considerar que derivará en problemas de inseguridad y que el Concello se ha abierto a rebajar, primero, a 75 centímetros, y después, a dejarlo en 40 centímetros.

“Para rebajarlo, que lo quiten. No sabemos qué empeño tienen en poner un muro justo delante de nuestras casas. Que vallen el resto de la ciudad”, lamenta la portavoz vecinal, que demanda que el área de Urbanismo muestre a los vecinos los pormenores del nuevo proyecto tras los cambios aplicados, “para que podamos ver las modificaciones”. También aseguran que, en la reunión que representantes vecinales tuvieron con técnicos de este departamente hace unas semanas, solo trataron la retirada de algunos árboles, afectados por picudo rojo, y apelan a un acuerdo plenario rubricado por los tres partidos para redefinir de nuevo el proyecto en consenso con los vecinos. “En la reunión que mantuvimos en noviembre no se habló nada. Dicen que se les explicó a los vecinos pero no es cierto”, aseguran.

Vecinos de las Casas de Franco vuelven a cortar el tráfico en la ronda de Outeiro

Carlos Pardellas

Los residentes en los portales afectados anunciaron su intención de retomar movilizaciones hasta que se paralicen las obras y se llegue a un nuevo acuerdo.

El Concello comunicó la pasada semana su intención de adaptar el proyecto de rehabilitación del entorno “para incluir la mayoría de las peticiones vecinales”. Estas modificaciones incluyen la rebaja del parterre que “quedará a la altura de la plataforma de estancia”, es decir, 40 centímetros, un requisito que, alega el Ayuntamiento, recoge el Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión, “ya que es necesaria la instalación de nuevas conducciones eléctricas”, y la existencia de un aparcamiento subterráneo “hace imposible” llevarlas bajo tierra. Otras modificaciones son la sustitución del pavimento previsto, de pavicésped, por otros materiales.

Representantes de los grupos del PP y el BNG acompañaron a los vecinos en la protesta. El grupo popular insta a la alcaldesa a “reunirse con los vecinos hasta consensuar las obras, como debió hacer ya antes de redactar el proyecto”, y critica que Inés Rey “sigue sin escuchar sus peticiones sobre las obras ante sus casas”. Por su parte, desde el BNG reclaman “diálogo” al Gobierno local.