PP y BNG defenderán en el pleno modificar el proyecto urbanístico de Agra dos Mallos
Reclamarán que no se den licencias durante un año mientras se cambia la ordenación
Tratan de evitar que los vecinos deban pagar grandes cantidades para seguir en sus casas
El conflicto urbanístico del Agra dos Mallos, surgido por la obligación de los residentes en el lugar de compensar a los propietarios del futuro polígono residencial proyectado por el exceso de edificabilidad que tienen sus viviendas con respecto al diseño previsto, llegará al pleno municipal que se celebrará mañana. Los dos grupos de la oposición, Partido Popular y Bloque Nacionalistas Galego defenderán sendas mociones en las que propondrán que se paralice la concesión de licencias en la zona durante un año para modificar durante ese periodo la ordenación urbanística y se ajuste la edificabilidad permitida a la de las viviendas existentes, de forma que sus ocupantes puedan permanecer en ellas sin tener que hacer grandes desembolsos o vendérselas al Concello, que ya les hizo ofertas en ese sentido.
Ambos grupos señalan además que este cambio podrá realizarse sin afectar al proyecto de accesos a la estación intermodal, que obligó a modificar recientemente el contenido del plan general sobre este lugar. En su iniciativa, el PP destaca que la Corporación y los gobiernos locales que abordaron la tramitación de este polígono expresaron su deseo de que los vecinos del Agra dos Mallos continuaran en sus viviendas. Los nacionalistas recuerdan además que en los tres plenos en los que se votó este proyecto lo hicieron a favor porque se garantizó que los residentes permanecerían en las casas existentes, como aparece en la memoria de la modificación urbanística aprobada para el polígono.
PP y BNG reconocen que el cambio de trazado del vial que comunicará la intermodal evita el derribo de las viviendas, pero advierten de que la ordenación establecida supone “unas condiciones inasumibles para la continuidad de los residentes” debido a que tienen que hacer frente a un “coste económico desmesurado” por la diferencia entre lo que podrá construirse y lo ya construido.
Realidad distinta
Para los populares, “la realidad resultante es bien distinta del objetivo pretendido por la Corporación”, mientras que los nacionalistas apuntan que la ordenación permite conservar las viviendas pero con unas condiciones que “imposibilitan la continuidad de las personas titulares y de las residentes”, que realizan protestas por esta razón desde el pasado enero. Los dos grupos mencionan la posibilidad que tiene el Concello de paralizar la concesión de licencias mientras se modifica el plan, como se hizo con otras iniciativas urbanísticas.
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