Frente común entre A Coruña, Santiago y Vigo para que la Xunta subvencione nuevas rutas aéreas

Reclaman coordinación para poder competir con Oporto

Avión de Volotea en Alvedro. |   // CARLOS PARDELLAS

Avión de Volotea en Alvedro. | // CARLOS PARDELLAS / Víctor P. Currás

Víctor P. Currás

Diez años después de su nacimiento y de que la Xunta dejara de participar de forma directa en la política aeroportuaria gallega, A Coruña, Vigo y Santiago forman un frente común para que el gobierno autonómico vuelva a financiar la creación de rutas aéreas desde las tres terminales de la comunidad. Así lo trasladó ante el Comité de Coordinación Aeroportuaria de Galicia la alcaldesa compostelana, Goretti Sanmartín, quien reclamó la “implicación económica por parte de la Xunta”, en tanto que es la administración responsable tanto de la política de movilidad en Galicia así como de la estrategia turística.

La regidora coruñesa, Inés Rey, reclamó una “mayor implicación de Aena y la Xunta” en sus ámbitos competenciales para que “no se discrimine a Alvedro. Fuentes del consistorio consideran que este acuerdo es clave para “incentivar los destinos turísticos y facilitar la actividad económica y empresarial”, algo que a su juicio “no se está aplicando ahora”. El Concello de Vigo volvió a pedir que se dedique “la misma cantidad económica a todos los aeropuertos” en una reunión en la que estuvo representada por la cuarta teniente de alcalde, María Xosé Caride, y la concelleira Yolanda Aguiar; quienes destacaron que la terminal olívica “funciona bien en términos de operatividad” y pusieron en valor la inversión para repavimentar la pista.

La cita de este órgano congregó al director general de Aviación Civil, David Benito, representantes de la Xunta, Ministerio de Transportes, Aena, de la Delegación del Gobierno en Galicia, del Consejo de Cámaras de Comercio de Galicia y de la Federación Galega de Municipios e Provincia. La regidora compostelanaha reclamado un “plan estratégico para los aeropuertos gallegos en el periodo 2024-2028” en el que se tenga en cuenta la “singularidad” de su situación en la que hay “tres terminales próximas y la competencia de Oporto”. Es por ello que la nacionalista pidió “definir las estrategias concretas para conseguir un crecimiento coordinado del tráfico”.

Esta demanda por parte de las tres mayores ciudades del Eje Atlántico será el primer frente que encontrará Alfonso Rueda con su nuevo gabinete, aunque no es inédita. Los convenios de promoción turística fueron los que permitieron el aterrizaje de Ryanair por primera vez en 2004 gracias a un convenio con la última Xunta de Fraga y el Concello de Santiago (3,78 millones) que sería prorrogado por el bipartito y el regreso del PP hasta 2013, justificando que “fue por condición ineludible de la aerolínea”. Desde entonces y debido a los choques entre alcaldes, el ejecutivo autonómico ha negado sistemáticamente estas ayudas, aunque los contratos de Turgalicia y la opacidad del ayuntamiento compostelano sembraron dudas.

Desde entonces, los concellos de las tres ciudades han asumido las ayudas a estas rutas. Para este año el de A Coruña consignó 2,84 millones de euros, frente a los 1,1 de Santiago y 623.000 de Vigo. Esta situación contrasta con la del resto del noroeste peninsular. El Gobierno de Cantabria dedica 6,44 millones de euros al año (repartidos entre 7 aerolíneas) para potenciar el aeropuerto de Santander. En Asturias, el Principado reserva 3,61 millones para cuatro aerolíneas; lo que le ha permitido disparar sus cifras en los últimos meses hasta rozar los 2 millones de pasajeros anuales. En Vitoria, San Sebastián y León son las cámaras de comercio y diputaciones forales las que asumen estas ayudas para nuevas rutas.

La apuesta de Oporto

El aeropuerto luso Francisco Sá Carneiro se ha convertido en un gigante que se proyecta en Galicia. Hasta el año 2008, la suma de las tres terminales de Aena superaba a las cifras de Sá Carneiro, produciéndose ese año el sorpasso con 4,35 millones al norte del Miño y 4,5 en el país vecino.

Desde entonces, Oporto desplegó una intensa política de beneficios fiscales y ayudas para las aerolíneas que le ha permitido aumentar durante estos 15 años un 336% su número de pasajeros, batiendo su récord en 2023 con 15.204.994 pasajeros, frente a un 36% de los aeródromos gallegos, que sumaron 5,91 millones el año pasado. En el primer trimestre de este, el aeródromo luso alcanzó los 3.135.000 pasajeros frente a los 1.194.032 registrados en los tres aeropuertos gallegos.

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