Por qué no hay más comercio en la Ciudad Vieja de A Coruña: intentos y fracasos

Casi diez años después de la aprobación del plan especial, que permitió la agregación de locales para favorecer nuevas aperturas, el sector continúa en declive

Empresarios creen que el barrio tiende a ser más residencial

Un comercio de la Ciudad Vieja de A Coruña. |   // IAGO LÓPEZ

Un comercio de la Ciudad Vieja de A Coruña. | // IAGO LÓPEZ

El Plan Especial de Protección y Reforma Interior (Pepri) del casco histórico, aprobado en 2015, establece en su normativa la posibilidad de unir funcionalmente bajos comerciales de edificios contiguos con el fin de aumentar su superficie y hacer posible así la implantación de nuevos negocios, ya que muchos de los locales existentes son de reducidas dimensiones. Casi diez años después de la aprobación de esa normativa urbanística, la Ciudad Vieja sigue padeciendo una escasa oferta comercial, ya que no ha contribuido a incrementar el número de establecimientos existentes en el barrio.

La unificación de bajos comerciales solo es posible en los edificios con menor protección patrimonial, los de los niveles 4 y 5, de forma que quedan excluidos los que tengan valor monumental, los de excepcional valor arquitectónico, histórico e cultural y con protección integral, así como los de características singulares y de elevado valor arquitectónico con protección estructural. Aunque son numerosos los inmuebles de la Ciudad Vieja en los que se podría efectuar la integración de dos bajos contiguos abriendo nuevos huecos en las paredes medianeras pero sin eliminarlas, lo cierto es que la iniciativa no consiguió el objetivo de favorecer la llegada de nuevos comerciantes.

Además de la regulación urbanística fallida, vecinos y comercios confiaban en el Plan de Dinamización de la Ciudad Vieja, por el que esperan. “No tenemos ninguna información”, afirman tanto el presidente de la asociación de comerciantes de la Ciudad Vieja, Adolfo López, como la de la asociación de vecinos del barrio, Carolina Barros. El primero de ellos pone de relieve que “uno de los aspectos fundamentales era la dinamización comercial” y que las únicas iniciativas para reactivar este sector son privadas “pero sin ninguna planificación”. En su opinión, el problema del barrio es que “cada vez es más residencial y el comercio cada vez es más estacional”, a lo que se suma la transformación de bajos en viviendas.

Recuerda que la ubicación de la Ciudad Vieja en un extremo del municipio contribuye a que no haya un tránsito elevado de personas en el barrio y, aunque considera positiva la peatonalización, señala que hay dificultades para llegar a esta parte del casco urbano y para aparcar. Entre los aspectos positivos destaca la apertura de establecimientos de hostelería “de calidad alta”, aunque advierte de que “una cosa es la hostelería y otra el comercio”. Barros por su parte considera que en el barrio no se están produciendo aperturas de nuevos establecimientos que favorezcan la renovación comercial.

El Plan de Dinamización debería abordar todos los aspectos relacionados con la vida de este barrio, en el que se incluía su actividad comercial. Fue en 2019, antes del cambio de gobierno, cuando se gestó este proyecto, del que llegó a presentarse un documento preliminar, aunque la solicitud en el año 2020 por el Ejecutivo del PSOE de la declaración a la Xunta de un Área Rexurbe para la zona central de la Ciudad Vieja y parte de la Pescadería hizo que se decidiese adaptar ese plan a este programa autonómico.

Ese texto debe ser enviado a la Xunta y aprobado por ella, ya que es una de las condiciones impuestas para llevar a cabo intervenciones de regeneración urbana en los cascos históricos, entre las que figuran la rehabilitación de edificios y viviendas, así como la mejora del espacio público y la aplicación de medidas sociales y económicas. El Gobierno local adjudicó la redacción del plan en abril de 2022 con un plazo de cuatro meses para entregarlo, por lo que debía estar concluido en torno a septiembre de ese año.

Este periódico solicitó al Gobierno local información sobre cuándo está previsto remitirlo a la Xunta, aunque no obtuvo contestación, mientras que la anterior responsable de Vivenda en el Gobierno autonómico, la conselleira Ángeles Vázquez, reclamaba en marzo al Concello su presentación. Antes de que fuera adjudicada su redacción, el estudio de urbanismo MMASA proporcionó un avance de lo que se pretendía que fuera el Plan de Dinamización, que debería articularse en las áreas de vivienda y patrimonio, economía, movilidad y servicios básicos, actividad social y espacio público. Para la primera de ellas se proponía que los propietarios cedieran al Concello inmuebles para que este los rehabilitase y dedicase al alquiler social, así como reducir las viviendas vacías mediante el aumento de los impuestos a sus propietarios y el incremento de las viviendas municipales.

En el terreno económico se planteaba la redacción de un Plan de Turismo para el barrio, la creación de servicios comunes para los comercios, un programa para favorecer la ocupación de los bajos y una mayor presencia de la Universidade da Coruña en esta zona.

Sobre la movilidad se planteaba facilitar el uso de los aparcamientos públicos, fomentar el uso de Bicicoruña, que ha crecido en toda la ciudad, y mejorar las paradas de bus. En relación con los servicios se defendía unificar las conexiones de los suministros para que fuesen iguales a las del resto de la ciudad.

Se propuso convertir A Maestranza en un espacio familiar de ocio y las Naves do Metrosidero en un centro de atracción para los jóvenes, algo ya puesto en marcha en el mandato pasado. También se puso sobre la mesa aprovechar las instalaciones de Defensa y la Iglesia. Sobre el espacio público se citó la protección los árboles de la plaza de Azcárraga, la mejora del jardín de San Carlos —ya realizada—, controlar la feria medieval, mejorar el mobiliario urbano y ordenar las terrazas. La intervención municipal en la Ciudad Vieja iba a ser impulsada también mediante una mesa en la que participasen todos los agentes relacionados con el barrio. En julio de 2020 celebró su primera reunión, en la que se presentó el avance del Plan de Dinamización, pero no volvió a ser convocada.