Xuxán recibe un nuevo impulso con la licencia para el segundo edificio de viviendas de la Xunta

La concesión por la Junta de Gobierno Local de la licencia de construcción del segundo edificio de viviendas del alquiler social que tendrá la Xunta en el barrio de Xuxán permitirá al Gobierno autonómico cumplir su objetivo de iniciar este verano las obras del inmueble, que sumará otros 40 pisos protegidos a esta parte del municipio. La decisión municipal supone un nuevo impulso para lo que en su día se conoció como parque ofimático, y que en la actualidad se consolida como el lugar en el que se levanta un mayor número de viviendas, a la espera de que se ponga en marcha el polígono de San Pedro de Visma.

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El nuevo edificio se ubicará en una parcela situada al pie del colegio de los Maristas y junto a la avenida de Alfonso Molina. Estará además separado por otro inmueble del primero que levantó la administración gallega en Xuxán, también de 40 viviendas, que ya fueron entregadas a los adjudicatarios. La empresa encargada de ejecutar este proyecto tendrá un plazo de tres años para concluirlo y un presupuesto de 7,6 millones de euros.

El visto bueno a esta iniciativa llegará la próxima semana, pocos días después de que se alcanzase otro hito en el barrio, la apertura de la comunicación peatonal con Matogrande mediante una pasarela construida sobre la trinchera de la vía del tren que separa ambas zonas de la ciudad. Está previsto que este verano se abra el paso destinado a los vehículos, lo que mejorará de forma sustancial la relación entre los dos barrios.

Otra de las actuaciones que tendrá un impacto notable en Xuxán será el cambio de uso de tres parcelas de las que que en la actualidad están destinadas a albergar instalaciones comerciales y la tercera a vivienda de precio libre. Las primeras son propiedad de la Xunta y la última del Concello y ambas administraciones están de acuerdo en que sean recalificadas para que puedan pasar a ser de uso residencial protegido y se puedan levantar 560 viviendas más de este tipo.

El Concello será el encargado de poner en marcha el cambio urbanístico, para el que el propio presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, anunció que se agilizarán los trámites que corresponden a la Consellería de Medio Ambiente, responsable de efectuar la evaluación ambiental estratégica. Las dos parcelas que pertenecen a la Xunta están situadas a ambos lados de la plaza central de Xuxán, en la parte más baja del barrio, y en cada una podrá construirse un edificio de 260 viviendas. La finca propiedad del Concello se ubica en la parte posterior de uno de esos futuros inmuebles y su edificabilidad hace posible que cuente con cuarenta viviendas.

El Gobierno gallego pretende ofrecer sus parcelas a promotores privados y cooperativas para que construyan los edificios, una fórmula mediante la que se ha levantado la mayoría de los inmuebles existentes en el barrio. La propia administración autonómica también es promotora en el barrio, ya que además del edificio ya entregado y del que comenzará a construirse en breve, impulsa otro con 50 viviendas que ya cuenta con proyecto redactado y uno más para catorce que carece aún de este documento.

También el Concello es promotor en el barrio, puesto que una de las parcelas que posee es la destinada al edificio de 50 viviendas de alquiler social con el que cumplirá una parte del acuerdo que evitó el derribo de la antigua sede de Fenosa y las indemnizaciones millonarias que supondrían para las arcas municipales. El Gobierno local ya cuenta con el proyecto y con la financiación, ya que recibió 2,4 millones de los fondos Next Generation para costear las obras, que durarán dos años, pero de las que se desconoce cuándo serán licitadas.

Los responsables municipales prevén que las viviendas sean entregadas a los adjudicatarios con más rapidez que en otras iniciativas similares porque la parcela ya dispone de abastecimiento de agua potable y de evacuación de aguas residuales, además de conexión a la red de energía eléctrica.

La urbanización del barrio, a punto de concluir

La decisión de urbanizar en una fase solo una parte del polígono residencial de Xuxán para hacer posible la entrega de las primeras viviendas construidas hizo que se aplazasen las obras del resto del nuevo barrio. Finalmente se adjudicaron en enero de 2022 con un presupuesto de 11,6 millones y un plazo de 18 meses, pero cuando han transcurrido ya casi dos años y medio todavía no han concluido. A finales del año pasado el Concello daba por hecho que el proyecto se habría terminado a principios de este año, pero todavía está pendiente la conexión rodada con Matogrande.

El barrio dispone ya de parques infantiles, arbolado y calles urbanizadas, aunque persisten las parcelas desocupadas, a la espera de que se pongan en marcha iniciativas inmobiliarias en esos terrenos.

En breve comenzarán los trabajos de ampliación de la avenida de Alfonso Molina, que afectarán al tramo de esa vía que recorre uno de los extremos del barrio. Sin embargo, una de las mayores aspiraciones de quienes ya residen en Xuxán deberá esperar, ya que el Ministerio de Transportes no ejecutará de inmediato la conexión directa desde la avenida. La carencia de ese enlace obliga a quienes se dirigen a este punto desde el exterior del municipio a desviarse por el que va hasta la rotonda de acceso a Matogrande y continuar por la ronda Camilo José Cela hasta la entrada a Xuxán. La alternativa es entrar a la ciudad por la carretera de Eirís y desde allí acceder al barrio, aunque en los dos casos de un modo más incómodo que con un enlace propio en Alfonso Molina.

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