Científicos de A Coruña despuntan entre la élite mundial del estudio de la artrosis

El Grupo de investigación en Reumatología del Inibic-Chuac se ha hecho con dos de los cuatro premios a las mejores publicaciones en el principal encuentro internacional sobre esa dolencia

Otro trabajo del equipo coruñés ha sido galardonado en el 50º Congreso Nacional de la Sociedad Española de Reumatología

De izda. a dcha., Beatriz Caramés, Francisco Blanco, Ignacio Rego, Javier de Toro (jefe de Reumatología del área sanitaria), Natividad Oreiro y Cristina Ruiz, con los diplomas acreditativos de los últimos premios cosechados por el Grupo de Reumatología del Inibic-Chuac, en el Hospital Universitario. |  // IAGO LÓPEZ

De izda. a dcha., Beatriz Caramés, Francisco Blanco, Ignacio Rego, Javier de Toro (jefe de Reumatología del área sanitaria), Natividad Oreiro y Cristina Ruiz, con los diplomas acreditativos de los últimos premios cosechados por el Grupo de Reumatología del Inibic-Chuac, en el Hospital Universitario. | // IAGO LÓPEZ

A Coruña despunta entre la élite mundial del estudio de la artrosis. El Grupo de investigación en Reumatología del Instituto de Investigación Biomédica de A Coruña (Inibic)-Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac) ha cosechado hasta cuatro importantes distinciones, en las últimas semanas, por trabajos científicos que avanzan en el conocimiento sobre los mecanismos de esa enfermedad, en concreto, sobre la artrosis de rodilla, con una alta prevalencia y, en la actualidad, sin cura. Los investigadores coruñeses se hicieron con dos de los cuatro premios a las mejores publicaciones de 2023 en el Congreso Mundial de la Oarsi (Osteoarthritis Research Society International), la principal organización internacional de científicos y profesionales de la salud enfocados en la prevención y el tratamiento de esa dolencia, celebrado en Viena (Austria). Además, otro trabajo del equipo del Inibic-Chuac ha sido galardonado en el 50º Congreso Nacional de la Sociedad Española de Reumatología (SER), que tuvo lugar en mayo en Gran Canaria y, más recientemente, la pasada semana, el Centro Interdisciplinar de Química e Bioloxía (CICA) de la Universidade da Coruña (UDC) ha incluido otro de sus artículos científicos entre los mejores del año pasado.

“Los reconocimientos siempre se reciben con enorme alegría y satisfacción, y lo cierto es que refuerzan mucho el trabajo que lleva a cabo nuestro grupo de investigación. Un trabajo de muchos años, casi tres décadas, que es el tiempo que llevamos investigando sobre la artrosis”, resalta Francisco Blanco, coordinador del Grupo de investigación en Reumatología del Inibic-Chuac y jefe de Sección de Reumatología Clínica y Traslacional del área sanitaria de A Coruña y Cee, quien reivindica que, en los últimos años, su equipo está “recogiendo el fruto de todos esos procesos de investigación”.

“Muchos empiezan en el laboratorio y, hasta que llegan también a la aplicación clínica, tienen que pasar años, y esta es, quizás, una de nuestras características como grupo”, apunta el doctor Blanco, y especifica: “Somos un grupo grande, integrado, en este momento, por 57 investigadores con perfiles muy variados, que cubren la investigación desde el laboratorio, hasta la aplicación a nivel asistencial. Ahora estamos en esta fase de ver los resultados de nuestros proyectos aplicándolos a las cohortes de los pacientes. De hecho, mi puesto en el Chuac, dentro del Servicio de Reumatología, es el de jefe del área de la Reumatología Traslacional, porque lo que nos preocupa ahora en nuestra especialidad es poder trasladar todo lo que generamos e investigamos a los pacientes”.

El coordinador del Grupo de investigación en Reumatología del Inibic-Chuac detalla que los dos trabajos de su equipo premiados en el Congreso Mundial de la Oarsi, celebrado el pasado mes de abril en Viena, son “dos publicaciones centradas en el ámbito molecular”, una en proteómica [estudio de las proteínas], y la otra en biología del cartílago. “En el del ámbito de la proteómica, el objetivo fue caracterizar el proteoma de los meniscos que hay en las rodillas de los pacientes con artrosis, comparándolos con los meniscos de rodillas normales, para ver qué proteínas son las que se liberan y se pueden detectar en el suero de los pacientes cuando empiezan a tener sufrimiento o daño meniscal”, explica el doctor Blanco, quien aclara que, “en la rodilla, y en el proceso de la artrosis”, su equipo del Inibic-Chuac, “clásicamente” ha “investigado siempre” (y continúa haciéndolo) “en el cartílago articular”, uno de los tejidos que forman la articulación.

“El menisco, también clásicamente, ha estado un poco más apartado. No se le ha hecho mucho caso, desde el punto de vista del estudio molecular, y esta es la primera publicación en la que se saca un ‘mapa’ (así se define, ‘mapa proteómico’) de los meniscos artrósicos, comparados con los meniscos normales, para identificar lo que llamamos biomarcadores (en este caso, proteínas) que, al destruirse el menisco, se liberan y pasan al suero. De esta forma, identificando esas proteínas que sabemos que son más características y que se producen en el menisco dañado (artrósico), a través de un análisis de sangre, podemos intuir y predecir a qué pacientes se les está comenzando a dañar el menisco y anticipar, por tanto, la detección de la artrosis”, refiere.

Incide el doctor Blanco en que “todos” los trabajos del Grupo de investigación en Reumatología del Inibic-Chuac “van en esa dirección, con diferentes enfoques”. “Para eso hay que realizar antes un ‘mapa’, y es lo que hemos hecho en este trabajo”, apunta, antes de especificar en qué consiste la segunda publicación de su equipo premiada en el Congreso Mundial de la Oarsi. “También es de investigación básica, en este caso, de búsqueda de nuevos biomarcadores para el diagnóstico de artrosis en fase temprana, determinándolo en suero de los pacientes. Lo que analizamos, en este proyecto, es un mecanismo de destrucción del cartílago articular muy, muy novedoso. Nuestro grupo de investigación es, de hecho, pionero de este mecanismo de destrucción del cartílago articular en el proceso artrósico, en colaboración con el grupo donde hice mi estancia predoctoral, en la Universidad de California, en La Jolla (San Diego, EEUU)”, destaca, e indica:

Este mecanismo se llama autofagia, y lo tienen todas las células para funcionar bien. Explicado de forma muy sencilla, es como el ‘recolector de la basura’ de las células. Como es lógico, las células tienen sustancias que no son útiles y que son tóxicas, y cuentan con un sistema de eliminación de esa ‘basura’, llamado autofagia. Si este no funciona bien, se acumula mucha ‘basura celular’, que es tóxica, los condrocitos (que son las células del cartílago) se mueren y el cartílago se destruye”.

Lo que nosotros hemos identificado —prosigue— son marcadores (en este caso, también proteínas), que se liberan cuando la autofagia no funciona bien, lo que da lugar a que el cartílago, equis años después, se acabe destruyendo. Durante todo ese tiempo, se producen cambios moleculares de autofagia. Si somos capaces de identificar qué está pasando, como es lógico, estaríamos hablando de fases mucho más precoces para la detección de la artrosis”, señala el doctor Blanco, quien considera que, a mayores, “esto sirve también como una diana terapéutica”. “Al identificar algo que te está diciendo que la autofasia no funciona bien, se puede plantear el diseño de fármacos para ir contra esa diana terapéutica”, señala.

Otro trabajo del equipo coruñés, galardonado en el 50º Congreso de la Sociedad Española de Reumatología

El 50º Congreso Nacional de la Sociedad Española de Reumatología (SER), celebrado en mayo en Gran Canaria, distinguió una publicación científica del Grupo de investigación en Reumatología del Inibic-Chuac con el Premio al mejor trabajo de investigación en artrosis de 2023.

“Este trabajo está centrado en genética mitocondrial, y es un proyecto de aplicación en la clínica”, explica Francisco Blanco, coordinador del equipo. “Llevamos muchos años trabajando en la genética mitocondrial de los pacientes artrósicos. Dentro de estos, hay un grupo de pacientes con artrosis de rodilla rápidamente progresiva, es decir, con una evolución muy veloz de la enfermedad, hasta el punto de llegar a necesitar prótesis en cuatro o cinco años. Hablamos de gente joven, con 40-45 años en el diagnóstico y que, con 50 o menos, ya precisan una prótesis. Poder identificar quiénes tienen riesgo de que les pueda suceder eso es muy importante”, subraya el doctor Blanco, quien detalla que, en la publicación galardonada por la SER, su equipo identifica “un modelo en el que se incluyen un gen mitocondrial, y variables clínicas del paciente”. Mediante una especie de algoritmo, de fórmula, podemos calcular el riesgo de padecer una artrosis de rodilla rápidamente progresiva y necesitar una prótesis. Como es lógico, esto es de aplicación en clínica, de hecho, el algoritmo y la fórmula los estamos comenzando a usar en nuestros pacientes”, refiere.

En el Chuac contamos con una cohorte importante de pacientes con artrosis, denominada Procoac (PROspective COhort of A Coruña), a quienes vemos una o dos veces al año, de forma sistematizada (les hacemos pruebas y demás), y que es uno de los pilares fuertes de nuestras investigaciones. En este tipo de pacientes ya estamos aplicando este algoritmo y definiendo cuáles de todos ellos pertenecen a ese grupo de artrosis rápidamente progresiva”, indica el coordinador del Grupo de investigación en Reumatología del Inibic-Chuac, quien especifica que esa misma cohorte Procoac está incluida en el proyecto europeo Approach, al que pertenece el trabajo distinguido por el CICA de la UDC como uno de los mejores artículos científicos de 2023.

“En Approach, de lo que se trataba también era de intentar identificar pacientes con artrosis de progresión rápida. En este caso, además de aspectos moleculares, se trabajó mucho la imagen, sobre todo el TAC. Y, en el artículo premiado por el CICA, lo que se determina son señales que ayudan a predecir también qué pacientes van a padecer artrosis de rodilla rápidamente progresiva, analizando sus imágenes de TAC y utilizando herramientas de inteligencia artificial (IA)”, refiere.

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