Investigación biomédica

Científicos del Inibic de A Coruña avanzan en el desarrollo de un tratamiento inyectable para la artrosis de rodilla

El proyecto coruñés acaba de recibir más de 600.000 euros de la Axencia Galega de Innovación, con la vista puesta en la creación de una ‘spin-off’ que permita comercializar la terapia

El doctor Francisco Blanco; Patricia Argerey, directora de la Axencia Galega de Innovación (GAIN); la doctora Beatriz Caramés; y Patricia Rey, directora de la Fundación Profesor Novoa Santos, ayer, en el Inibic.

El doctor Francisco Blanco; Patricia Argerey, directora de la Axencia Galega de Innovación (GAIN); la doctora Beatriz Caramés; y Patricia Rey, directora de la Fundación Profesor Novoa Santos, ayer, en el Inibic. / María de la Huerta

Un equipo multidisciplinar liderado por el Instituto de Investigación Biomédica de A Coruña (Inibic) y la Fundación Profesor Novoa Santos avanza en el desarrollo de un tratamiento innovador para la artrosis de rodilla. La terapia, basada en la administración de un fármaco (fenofibrato) en microesferas de liberación prolongada mediante una inyección intra-articular, acaba de recibir una financiación de 607.000 euros a través del programa Ignicia de la Axencia Galega de Innovación (GAIN), con la vista puesta en la creación de una spin-off para comercializar esa tecnología, en 2025. El proyecto, encabezado por la doctora Beatriz Caramés, investigadora principal y coordinadora de la Unidad de Biología del Cartílago del Grupo de investigación en Reumatología del Inibic, cuenta con la colaboración de la Universidade de Santiago (USC) y de la Fundación Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago (Fidis), y ya recibió apoyo, a nivel estatal, del Instituto de Salud Carlos III.

“El programa Ignicia nos financiará para hacer un desarrollo y comercialización de un medicamento para pacientes con artrosis de rodilla basado en una tecnología consistente en que el fármaco se libera de manera gradual en la articulación por vía intra-articular. Esto permitirá disminuir los efectos adversos que tiene la administración oral en forma de pastilla, porque nuestro tratamiento irá directamente al tejido dañado de la articulación, por tanto, es mucho más eficaz. Además, al ser una administración local, nos olvidamos de los efectos adversos que tiene una administración sistémica”, apunta la doctora Caramés, e incide: “Este tipo de fármacos que se administran por vía intra-articular son más eficaces, porque todo su efecto se dirige a la raíz del problema, no tiene que distribuirse por todo el organismo”.

Destaca la coordinadora de la Unidad de Biología del Cartílago del Inibic que “cada vez más investigadores tratan de desarrollar fármacos para tratar los síntomas de la artrosis”, una dolencia “que, en la actualidad, no tiene cura”. “Lo que hay son medicamentos que atenúan la inflamación y el dolor, pero nunca la progresión de la enfermedad, que se sigue produciendo. Poder ir directamente a la diana, al punto que se quiere tratar para buscar una mejoría, siempre es mucho más positivo. Aparte de eliminar los efectos adversos que puede tener un tratamiento oral con antiinflamatorios, hay que tener en cuenta que la artrosis es una dolencia crónica, por tanto, estamos hablando de que los pacientes tienen que tomar la medicación durante casi toda su vida, en muchos casos”, indica. Una medicación consistente “en los antiinflamatorios que todos conocemos”, apunta la doctora Caramés, “y, ya en casos en los que el daño es mayor, existe la posibilidad de hacer infiltraciones, etc., directamente”.

"Queremos desarrollar un medicamento que, aparte de reducir el dolor y la inflamación, ayude también a que esa progresión no ocurra, o a que vaya más lenta, en todo caso”

Beatriz Caramés

— Investigadora principal y coordinadora de la Unidad de Biología del Cartílago del Grupo de investigación en Reumatología del Inibic

“Estos fármacos atenúan la inflamación y el dolor para que los pacientes con artrosis puedan, por ejemplo, levantarse de una silla sin problemas, pero no curan la dolencia y el daño persiste. Nosotros queremos desarrollar un medicamento que, aparte de reducir el dolor y la inflamación, ayude también a que esa progresión no ocurra, o a que vaya más lenta, en todo caso”.

La coordinadora de la Unidad de Biología del Cartílago del Inibic hace hincapié, en este punto, en que la innovación de su proyecto “ya no es solo que el medicamento se administre por la vía intra-articular”, con la consiguiente mejora que eso supondrá para los pacientes, sino el hecho de que se haya formulado “de manera que se va liberando poco”. “Esto quiere decir que el fármaco estará más tiempo donde queremos que esté, y esto hará que el paciente no tenga que recibir inyecciones continuamente. Esta es, quizás, la parte más innovadora de esta tecnología”, resalta la doctora Caramés, antes de describir en qué fase se encuentra el proyecto:

Hemos finalizado la parte preclínica en animales y ahora, con la financiación del Ignicia, que empieza el 1 de enero, lo llevaremos a la clínica”, anticipa, y detalla: “Desarrollaremos la formulación del fármaco con esta tecnología ya para pacientes [la manufactura requiere unas condiciones especiales para humanos], realizaremos todos los estudios regulatorios, y el siguiente paso será ya toda la fase de negocio, para poder constituir una spin-off que, en un futuro, nos permita comercializarlo”.

Los estudios preclínicos son prometedores, pero ahora viene la parte más complicada, que es siempre trasladarlo a los pacientes”, reconoce la doctora Caramés, quien incide, no obstante, en que el equipo del proyecto está “muy motivado”. “Esta financiación de Ignicia es un empujón muy bueno, porque estamos hablando ya de ayudas con un importe elevado. Son estudios con presupuestos muy altos, y que a la GAIN le parezca interesante, y lo vea transferible y factible, nos da mucho ánimo para seguir”, concluye.

[object Object]

El Grupo de investigación en Reumatología del Instituto de Investigación Biomédica de A Coruña (Inibic), liderado por el doctor Francisco Blanco, referente mundial en su campo, cuenta con una amplísima experiencia en el estudio de la artrosis.

“Nuestro grupo está formado por diferentes unidades, y abarcamos toda la enfermedad: desde la parte molecular, hasta ya estudios más trasladables a la clínica, terapia y modelos un poco más complejos”, refiere la doctora Beatriz Caramés, investigadora principal y coordinadora de la Unidad de Biología del Cartílago del Inibic, quien reivindica que el proyecto que acaba de recibir financiación del programa Ignicia de la Axencia Galega de Innovación (GAIN) es “un proyecto de equipo”, liderado por su Unidad, pero en el que colaboran más investigadores.

“Participan, también, el doctor Eduardo Domínguez, del Centro Singular de Investigación en Medicina Molecular y Enfermedades Crónicas (Cimus) de la Universidade de Santiago (USC), y la doctora Patricia Díaz, de la facultad de Farmacia de la USC. Somos un equipo multidisciplinar que lo abarca todo: desarrollo de fármacos, tecnología y todo lo que es el conocimiento de los mecanismos de la artrosis hasta la parte clínica, que dirige el doctor Blanco. Tenemos experiencia en todas las fases necesarias para poder llegar a la clínica”, resalta.