La Copa Galiza o Copa Galicia, como la llaman sin decidirse los representantes de algunos de los clubes que van a participar, levanta dolores de cabeza. La fijación de sus eliminatorias de cuartos, semifinales y final para fechas no del todo concretas de abril y mayo indigesta la rutina competitiva de los ocho equipos gallegos, salvo el Celta, que aspiran a este título abruptamente programado en la fase final de la temporada, cuando los clubes tienen en juego prioridades mucho más valiosas.

El momento del curso en el que se va a disputar el título autonómico es el principal motivo de protesta de los clubes. La Xunta, promotora de una competición que no dudó en anular la temporada pasada sin que ningún club la echase en falta, manda, y tras esperar a que la Asociación Galega de Clubes (AGC) y la Federación Gallega de Fútbol (FGF) se pusieran de acuerdo para decidir los equipos participantes, obliga a disputar la Copa Galiza en la etapa de la liga en la que sus ocho clubes tienen objetivos más importantes en juego.

Es una queja, la de siete de los ocho equipos de cuartos, que se va a quedar en saco roto, puesto que aunque algunos de estos clubes no lamentarían en absoluto no competir en la Copa Galiza, la van a disputar. Al menos 6.000 euros, lo que van a recibir por jugar la eliminatoria a partido único de la próxima semana, tienen la culpa.

Miguel Ángel Lotina, técnico del Deportivo, comentó el miércoles que desconocía el motivo, "que no es bueno", por el que la Copa Galiza se iba a disputar a estas alturas. "Este no es un buen momento", dijo. Su equipo luchará hasta la última jornada por la permanencia en Primera.

El Racing, su rival el día 9 en A Malata, encara otro combate por la salvación en Segunda y su presidente, Isidro Silveira, cree que el torneo carece de atractivos: "Todos nos estamos jugando cosas importantes en nuestras respectivas ligas y eso nos va a privar de ver un mejor espectáculo porque seguro que faltarán futbolistas importantes".

Las protestas se trasladan a Segunda División B. El Pontevedra se juega su estancia en la fase de ascenso al final de la liga regular; el Lugo, acabar entre los cinco primeros -o ser uno de los dos mejores sextos- para acceder a la Copa del Rey la próxima campaña; y el Ourense, la permanencia. "El torneo es voluntario", aclara Carlos Mouriz, director deportivo del Lugo. "Lo jugamos porque supone un pequeño ingreso para el club, pero lo jugamos en el peor momento, que se juegue en estas fechas no nos ayuda a nadie, no las hay disponibles".

Aunque también critica la elección de fechas, Javi Gracia, entrenador del Pontevedra, opta por la diplomacia sin desvelar el interés con que su equipo afrontará el torneo: "Tenemos respeto a toda competición que sea propuesta por la Xunta, pero particularmente hubiera sido mejor que se disputase en otro momento. Nosotros la afrontaremos según nuestras preferencias".

Un escalón más abajo, en Tercera División, el Coruxo y el Negreira pelean en la liga por fines opuestos. El Coruxo trata de consolidarse entre los cuatro primeros para jugar después por el ascenso; el Negreira ha sufrido un peligroso descenso en la clasificación y trata de escaparse del antepenúltimo puesto. Gustavo Falqué, presidente del Coruxo, cree que por "el miedo a las lesiones de jugadores", la Copa Galiza "no se va a disputar ni disfrutar como se merece". Manuel Liñares, dirigente del Negreira, agradece el "pellizco" que supone el dinero con que la Xunta premiará a los equipos, aunque habla del torneo como "un inconveniente deportivo" en el que "no se ha contado con la opinión de los clubes" ni "ha habido buena organización".

Bien para el Celta

Y a contracorriente, el Celta no rechista en absoluto. "Estoy conforme, no tenemos ningún problema por jugar ya que hay plantilla suficiente", asegura su técnico, Antonio López. Su equipo, en tierra de nadie en Segunda División, parece el único que no tiene claro el objetivo por el que luchar en la temporada.

El Ourense gana la Copa Federación y 90.000 euros:

El Club Deportivo Ourense, de Segunda División B, también competirá en la Copa Galiza, por la que podría embolsarse, si la gana, un total de 40.000 euros (por cuartos se reciben 6.000, por jugar las semifinales otros 6.000 y por ganar la final, 28.000). Pero el Ourense ha hecho caja antes, ya que ayer levantó el trofeo de campeón de la Copa Federación al empatar a un tanto en el campo del Reus en el choque de vuelta. El conjunto gallego había vencido en el duelo de ida por 2-1 hace una semana, con dos tantos de Anxo Mato que remontaron el gol inicial de los catalanes. Ayer, el delantero Osvaldo adelantó al equipo de Manolo Tomé, al que al final le sirvió el 1-1 final.

Por este título federativo, el Ourense se embolsa 90.000 euros. Si ahora los ourensanos lograsen ganar la Copa Galiza sumarían 118.000 euros por participar y triunfar en competiciones ajenas al campeonato liguero.