Alberto Contador deja con total seguridad su trono vacante porque no estará en la línea de salida de Assen (Holanda) el próximo sábado 29 de agosto, y a priori esos cuatro ciclistas son los que parecen partir con más opciones a suceder al pinteño que cuenta sus cuatro últimas participaciones en cualquiera de las tres grandes, Tour, Giro y Vuelta, por victoria.

Basso, el único del cuarteto sin incluir a Vinokurov que sabe lo que es subir a lo más alto del podio en una 'grande', el Giro 2006, Evans, Schleck y Valverde albergan la esperanza de ser cada uno de ellos el que llegue el 20 de septiembre a Madrid vestido de oro, el jersey que distingue al líder de la carrera española.

De haber estado Contador en la tierra de los tulipanes, ahora deshojando su propia margarita para saber dónde estará en 2010, la condición de 'Favorito' hubiese recaído sin ningún género de dudas en él.

Entre el cuarteto todos han fallado en anteriores ocasiones en su aspiración de inscribir su nombre como vencedores en alguna de las grandes y ahora no quieren pasar de ser candidatos pero con igual porcentaje que sus otros adversarios.

El pequeño de los Schleck, y el más joven del cuarteto, ya se ha cubierto las espaldas en el caso de que se le pretenda otorgar más peso de responsabilidad del que quiera asumir y su presencia en la carrera que organiza Unipublic la ha encuadrado en su preparación hacia el Mundial de Mendrisio.

Lo que tal vez no quiere desvelar es que dado el nivel de intratabilidad que está mostrando el pinteño, con quien parece que tendrá que pelear en los próximos años hasta la aparición de una nueva generación probablemente de los nacidos ya en la década de los 90 del siglo pasado, la Vuelta'09 puede servirle para al menos sumar una grande en su ya rico palmarés.

De Cadel Evans no se tuvieron noticias el pasado mes de julio en el Tour de Francia y su trigésimo puesto final no se sabe si anticipa su punto de inflexión hacia abajo o fue un fallo ahora subsanable.

El que cierra el cuarteto es el murciano de Las Lumbreras, el que se encuentra en el medio de las generaciones de Evans y Basso (1977) y Schleck (1985) y a punto de alcanzar el próximo mes de abril la barrera de los treinta años.

Por su condición de español y porque sacrificó su presencia esta temporada en las "Clásicas de Primavera", como la Lieja-Bastoña-Lieja en la que venció en 2006 y 2008 o la Flecha Valona que ganó en 2006, para luchar por el triunfo en un Tour de Francia en el que no tomó la salida por la sanción que le impuso el CONI para participar en Italia por su presunta implicación en la Operación Puerto.

Las opciones de que el ciclista del Caisse D'Epargne entre en la selección española para el Mundial de este año en tierras italianas se antojan escasas y un triunfo en la Vuelta'09 justificaría todo lo que no ha hecho hasta el momento.

Valverde ya ha firmado en 2009 algunos triunfos de cierta relevancia como la Volta a Catalunya, la Vuelta a Burgos o el Dauphine Liberé y otros todavía menores, pero demasiado lejos de lo que cabe esperar de un primer clasificado del ránking UCI Pro Tour y al que prácticamente se le han acabado las opciones.

Desde que Alexandre Vinokurov le birló la Vuelta'06 en el descenso de Monachil camino de Granada, el murciano no se ha encaramado al podio de una carrera de tres semanas y anteriormente solo lo había hecho en otra ocasión, en 2003 también en la Vuelta.

El kazako, inicialmente inscrito como reserva para la Vuelta en el Astana en lo que parece una treta para acortar el tiempo de reacción de la organización, se presenta como una auténtica incógnita en su rendimiento y a pesar de tener en su palmarés la edición de 2006 de la Vuelta no va a ser recibido precisamente con los brazos abiertos.

Habrá que ver cómo ha asimilado los dos años de sanción desde que fue sancionado por transfusión homóloga y el nivel que puede ofrecer lo deberá demostrar en la carretera. En su contra podría estar la edad, nació en 1973, pero el espléndido rendimiento ofrecido por el estadounidense Lance Armstrong en su retorno tres años después añade innumerables interrogantes a la cuestión.

El circuito motociclista de Assen empezará a desvelar algunos de los aspirantes y tal vez alguno de los aspirantes, los cuatro citados a los que a buen seguro se unirá alguno más, puede verse destapado por las carreteras habituales de las Grandes Clásicas.

El Mediterráneo y sus poco habituales montañas empezarán a dictar las primeras sentencias de una Vuelta que se presenta diferente a las tradicionales desde su kilómetro cero.