Adrián López Piscu pasó ayer por el quirófano para ser intervenido en el Hospital USP Santa Teresa durante una hora y cuarto de la fractura del tercio medio de su clavícula derecha que sufrió el sábado pasado antes del descanso del partido contra el Valencia al chocar con David Villa. Al central del Dépor se le practicó una reducción abierta y una osteosíntesis con una placa atornillada y dos tornillos interfragmentarios. Los médicos estimaron que su periodo de recuperación será de unas ocho semanas y hoy le darán el alta hospitalaria.

Tras Brayan Angulo y Filipe Luis, Piscu es el tercer jugador de la primera plantilla del Deportivo que ha tenido que ser operado esta temporada por culpa de una lesión. Además, uno de los porteros del Fabril, Marcos Valín, que se entrena habitualmente con el primer equipo, también pasó por el quirófano por una rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha. Al colombiano se le intervino por una rotura en el ligamento cruzado anterior de una rodilla y al brasileño, por fractura del peroné con luxación del tobillo derecho; Angulo no podrá reaparecer en las cuatro jornadas que quedan para que termine la Liga, mientras que Filipe pretende hacerlo al menos en un par de ellas. Piscu asimilaba ayer que no estará en perfectas condiciones hasta la próxima pretemporada.

El central se mostraba tranquilo ayer por la mañana pese a saber que poco después, a su llegada a A Coruña, iba a ser operado. "Pasé una buena noche, mejor de lo que esperaba", decía. Incluso pensaba ya en la pretemporada, aunque no tiene definido aún su futuro en el Deportivo: "En el verano quiero estar al cien por cien y eso es lo que me hace estar más tranquilo. Mi renovación ahora no me preocupa. Sólo quiero recuperarme".

La casualidad hizo coincidir ayer a Piscu y a Villa en la terminal del aeropuerto de Manises. Poco antes de las once de la mañana el deportivista bajaba por las escaleras mecánicas, en compañía del doctor Ramón Barral y el fisioterapeuta Pablo López, para esperar la salida de un avión con destino a Santiago. En ese momento, el delantero valencianista se encaminaba a la puerta de embarque para tomar un vuelo a Barcelona. Villa, advertido por un acompañante de la presencia de Piscu, se dirigió al defensa del Dépor para saludarlo y preguntarle por su estado físico. Ambos futbolistas hablaron durante un par de minutos. Villa deseó a Piscu una rápida recuperación y el jugador coruñés se lo agradeció.

El asturiano, que la noche anterior había llamado por teléfono al jugador del Deportivo poco después de ser ingresado en un hospital de Valencia, lamentó el lance desgraciado: "Salté de cabeza y al chocar con él perdí el equilibrio, no sé muy bien dónde caí, aunque noté que lo hice encima de él con mi espalda. Él gritaba mucho y me di cuenta de que se podía haberse hecho daño. Le deseo todo lo mejor y que vuelva a jugar pronto porque es una pena que ya no lo pueda hacer esta temporada".

Piscu se resignó a aceptar los hechos y entre risas lamentó que el árbitro corrigiese un error y durante la prolongación del primer tiempo él se lesionase: "Son lances del juego y no se puede hacer nada. La verdad es que este año las lesiones nos están pasando factura y lo del árbitro fue mala suerte".