"Un enemigo es grande en función del miedo que le tengas". Este es uno de los carteles que cuelga esta semana de las paredes del vestuario del Atlético de Madrid en la Ciudad deportiva del club en Majadahonda. Es un mensaje que manda Manzano a su gente en estos días previos al derbi que se disputa mañana en el estadio Santiago Bernabéu. Doce años sin ganar allí son muchos y el técnico apela a todos los recursos que puede manejar para estimular a su plantilla.

Manzano trabaja en dos direcciones. El lado táctico, en el que pide a sus futbolistas atención, máxima concentración, intensidad, agresividad en el robo de balón y tapar de salida a Xabi Alonso en la organización del juego. Y un segundo aspecto, el psicológico. El jienense respeta al líder, pero entiende que ni mucho menos debe rendirse de antemano. Y por eso insiste en que su equipo puede considerar a un enemigo como grande en función del temor que le inspire.

El Madrid no da miedo a los jugadores atléticos. El técnico quiere jugar con inteligencia su partido. Desde el inicio de la Liga su ideario en intenciones ha sido el del buen gusto, el del toque, aunque los resultados, a veces, no le hayan dado la razón. El derbi es un partido diferente. No tiene nada que ver con los demás. Tiene sus propios códigos, los de la rivalidad de los habitantes de la ciudad, que a veces se van a la cama si cenar por la derrota de su equipo.

Manzano es psicólogo además de entrenador. El primero que empleó este tipo de terapia en el fútbol profesional en España fue Benito Floro, al dirigir el Madrid (1992-94). Floro fue un adelantado a su tiempo. Incorporó incluso a su cuerpo técnico a un experto en la materia. El jienense aglutina todos los argumentos. Su formación le permite tener un lado docente. Él era profesor de Instituto. Dio clase al torero Enrique Ponce.

El técnico siempre busca la energía positiva, la autoestima constante, valora la actitud ante el trabajo y rebaja la ansiedad de sus futbolistas en todos los clubes donde ha trabajado. Ahora, le espera otro partido importante en su vida, ante un Madrid, que es líder en España y en su grupo europeo.

Gregorio Manzano es curioso y siempre está dispuesto a explorar nuevas perspectivas en su oficio. La creatividad es uno de sus valores que le acompañan siempre en su hoja de ruta.