El Elche, que terminó con tres jugadores menos, no pudo con un buen Celta, que, antes de las expulsiones, evidenció ser uno de los mejores equipos de la categoría, pero que sólo pudo decantar el partido a su favor en los últimos minutos del choque.

El partido arrancó sin dueño, pero con mejor posicionamiento visitante en el centro del campo, aunque fueron los locales los que dispusieron de dos ocasiones nada más ponerse el balón en juego. Sin embargo, el Celta, en el minuto 20, pudo romper la igualada inicial, por medio de De Lucas.

El equipo vigués se adueñó del balón, mientras que el Elche dio un paso atrás y sólo jugaba lo que le dejaba el conjunto gallego, que llegaba a la portería de Juan Carlos con excesiva facilidad y peligro.

La segunda mitad se inició con un Elche más adelantado, aunque el Celta seguía marcando los tiempos del partido, que se rompió con la doble expulsión, en el minuto 61, de los locales Flaño y Generelo. Pese a ello, el danés Bille pudo adelantar a su equipo, en el 69, pero su remate salió cruzado y ajustado al poste derecho de Sergio.

El Celta, pese a su superioridad numérica, no encontraba huecos por los que entrar en la defensa ilicitana, que Bordalás reforzó con la entrada de Héctor Verdés, sacrificando al delantero Ángel.

Juan Carlos, en un mano a mano con Joan Tomás, que había roto el fuera de juego, se plantó solo ante el portero local, abortó, con el pie, una nueva ocasión visitante a los 72 minutos, cuando lo tenía todo a favor para marcar.

De Lucas, en el minuto 85 y de falta directa, marcaría para el Celta de tiro ajustado a la escuadra, sin que Juan Carlos, que ha sido el mejor de su equipo, pudiera evitarlo. Con el tiempo cumplido, los vigueses, por medio de Toni y tras una contra ampliarían su ventaja.

La nota negativa para el equipo celeste es que perderá a Iago Aspas, que vio ayer la quinta cartulina amarilla, en el importante partido que disputará el próximo fin de semana ante el Almería, otro de los rivales directos en la lucha por hacerse con una de las plazas por el ascenso directo. Paco Herrera decidió cambiar al delantero, a pesar de ser el más incisivo, para evitar una posible segunda cartulina y su posterior expulsión.