La aventura del Leyma Natura en la temporada 2013-14 llegó ayer a su fin. Antes de lo que los coruñeses hubiesen deseado, pues cayeron en los cuartos de final del play off de ascenso a la ACB ante el Oviedo tras perder los dos partidos disputados, uno en A Coruña hace una semana, el otro ayer en la capital asturiana. Pero mucho más allá de lo que se podía prever tras un inicio de curso más que accidentado. La despedida, no obstante, fue con honores. Porque con todo en contra, como un marcador que reflejaba un abismo de doce puntos, unos árbitros cuya permisividad les impedía materializar su superioridad bajo tableros o la diferencia de banquillo -los locales dispusieron de siete rotaciones, los naranjas, de tres-, los jugadores dirigidos por Tito Díaz tiraron de orgullo para ponerse a un solo punto (66-65) con cinco minutos por disputar. Pero ahí se les acabaron las fuerzas. Dos triples ovetenses y la incapacidad herculina para anotar -solo desde la línea de tiros libres- sentenciaron el choque y la eliminatoria.

El partido había marchado igualado hasta bien entrado el tercer cuarto. Durante el primero y el segundo, ningún equipo conseguía una renta más allá de los cuatro puntos. El Leyma se apoyaba en sus torres Cabanas y Cain, muy por encima de sus pares, e intensificaba la defensa del perímetro asturiano, pues ya había comprobado la peligrosidad de los artilleros del Oviedo. Víctor Pérez anotó un triple; Ángel Hernández y Sean Ogirri le contestaron. El primer parcial terminó con empate a veinte.

El segundo acto continuó con una línea muy similar. Sobre todo, igualdad máxima. Los locales se marcharon de cuatro apoyados en la rapidez de Ferran Bassas, que revolucionó a los suyos desde la dirección. Recuperaba terreno el Leyma Natura con los triples de sus pívots Javi Lucas y Jason Cain. Sin decantarse el duelo se llegó al paso por vestuarios (44-41).

En la reanudación, hubo dos minutos de tanteo, sin que nadie pudiera anotar. Los rompió Ogirri con un triple. Castro completó la remontada con una canasta, aunque falló el tiro libre adicional. En ese momento, comenzó el despegue local con un parcial de 9-0 con dos triples y una jugada de 2+1. Demasiado fácil para los locales, que alcanzaban poco a poco sus máximas diferencias en el partido, que llegó hasta los doce puntos, con un acierto extraordinario desde la línea de tres puntos -Álvaro Muñoz anotó seis de once intentos- mientras que los coruñeses se veían superados por las circunstancias y un poco apáticos en defensa.

La renta se situó en diez para el comienzo del último cuarto. Tito Díaz apretó las tuercas a los suyos, que subieron una marcha de intensidad en defensa y se lanzaron a por la remontada. La rozaron con un parcial de 4-13, pero nunca llegaron a tomar el mando. El 66-65 fue lo más cerca que estuvieron de ello. La reacción no fue suficiente, pero obtuvo el premio a la dignidad.