El partido de Liga entre el Celta y el Madrid que esta noche debía disputarse en Balaídos no va a celebrarse. El Concello de Vigo, titular de la instalación, ordenó la suspensión de choque debido al severo riesgo que existe para la integridad de los espectadores a causa de los graves destrozos que temporal ha provocado en la cubierta del estadio. Sorprendentemente, la Liga de Fútbol Profesional (LFP) mantuvo durante horas un incómodo silencio y no hizo oficial el aplazamiento hasta siete horas después de que el alcalde, Abel Caballero, tras evaluar con los técnicos los daños de la cubierta, anunciase que el partido no podía celebrarse con garantías de seguridad.

Apoyándose en las recomendaciones de los técnicos, la LFP aceptó finalmente el aplazamiento, desoyendo las presiones del Madrid, que intentó por todos los medios a su alcance que el encuentro se jugase. El equipo blanco anunció, de hecho, que hoy viajaría a Vigo ignorando la decisión del Ayuntamiento de no abrir el campo. Los miembros del equipo arbitral lo hicieron ayer, en este caso cumpliendo la norma de la federación (RFEF) que les obliga a viajar con 24 horas de antelación de la disputa de los partidos.

A la polémica se sumó el Deportivo Alavés, rival del Celta en la Copa del Rey, que ha solicitado el aplazamiento del segundo asalto de las semifinales del torneo, programado para el próximo miércoles en Mendizorroza "con el objetivo de no alterar la competición". "El Madrid puede venir a Vigo todas las veces que quiera y hacer lo que considere, pero en Vigo y en el estadio manda el alcalde y el partido no se va a jugar. Si alguien, el presidente del Madrid o quien sea, quiere jugar en Balaídos mañana es que no está en sus cabales", zanjó el alcalde vigués, Abel Caballero, quien por la mañana visitó la instalación para evaluar la situación con los técnicos.

Fue el propio alcalde vigués el que decidió a primera hora de ayer decretar la suspensión del encuentro tras visitar la instalación con un grupo de técnicos municipales y comprobar los graves desperfectos que el temporal a causado en diversas zonas del campo.

A pesar del riesgo para la integridad de las personas y de la imposibilidad de reparar los desperfectos por causa del mal tiempo, el Madrid intentó por todos los medios a su alcance que se jugase el partido. El club blanco sondeó primero la posibilidad de que el partido se disputase en otro escenario y propuso como alternativas San Lázaro o El Molinón, opción que fue descartada tanto por el Celta como por el presidente de la Liga, Javier Tebas.

El Madrid sugirió entonces que se reparasen los desperfectos a lo largo de la jornada de hoy aprovechando la tregua en la intensidad del viento que anuncia la previsión meteorológica e incluso llegó a proponer que el encuentro se jugase acotando la zona del campo en la que se han producido los mayores destrozos. Finalmente, el operador televisivo que iba a ofrecer el encuentro, Movistar, a través del Canal Partidazo, anunció por su parte, a última hora de la tarde que no iba a retransmitir el encuentro fijado a partir de las 20.45 horas de esta noche.

El fuerte temporal que azotó durante los últimos días la comunidad, con ráfagas de viento superiores a los 150 kilómetros, ya provocó el pasado viernes la suspensión del partido entre Deportivo y Betis por los daños ocasionados en la cubierta de Riazor. Ni la LFP, ni ninguno de los dos equipos implicados protestaron.

Existe, con todo, una diferencia en la disponibilidad de fechas, ya que el Madrid tiene aplazado otro partido de Liga, contra el Valencia, y no tendría fechas libres hasta la semana entre la penúltima y la última jornada de Liga, siempre que el conjunto de Zidane llegue a la final de la Liga de Campeones.