La halterofilia es uno de esos llamados deportes minoritarios. En la ciudad, sin embargo, hay un gran tirón fruto del trabajo de Ferenc Szabo en el CH Coruña, cuna de grandes campeones como Víctor Castro o Irene Martínez. También empieza a crecer la afición en España y en gran medida se debe a los éxitos de Lydia Valentín, triple medallista olímpica: oro en Pekín 2008, plata en Londres 2012 y bronce en Río 2016. "Mi compañera Lydia es una máquina", dice Noelia García. "Gracias a ella este deporte es más conocido. Y gracias a ella, a su esfuerzo y a sus medallas, también se acabaron con algunos de los prejuicios de que este era un deporte masculino", continúa la coruñesa. Noelia forma parte de un equipo nacional con base en el CAR de Madrid. Para ella, el primer año fue de aprendizaje. Después ya comenzó lo duro. "Cuesta, pero ahora ya estoy acostumbrada y estoy muy contenta. Creo que como hace mi compañero Víctor se puede preparar un campeonato desde casa pero para tener objetivos más ambiciosos de cara al futuro hay que estar aquí porque tienes una vida dedicada a esto", analiza. Como unos Juegos Olímpicos: "El equipo femenino es muy fuerte. Si no me toca para Tokio, ojalá que pueda ser para los siguientes y si no, un Europeo o un Mundial, ¡tampoco está nada mal!".