Un día después de la inesperada derrota de Usain Bolt a manos de Justin Gatlin y Christan Coleman en 100 metros, Tori Bowie agravó la depresión del atletismo jamaicano al arrebatarle también el título mundial femenino del esprint puro. Bowie voló en los últimos metros para proclamarse campeona mundial con una marca de 10.85 segundos que agiganta la venganza de Estados Unidos sobre Jamaica, que pierde en 24 horas los dos títulos.

En este caso la humillación fue aún mayor, porque ninguna velocista jamaicana subió al podio. La medalla de plata fue para la marfileña Marie-Josee Talou con 10.86, récord personal, y la de bronce para la holandesa Dafne Schippers (10.96), en tanto que la jamaicana Elaine Thompson, doble campeona olímpica en Río, terminaba en un distante quinto lugar con 10.98.

A punto de ser madre por primera vez, la campeona anterior, Shelly-Ann Fraser, debió de removerse, incómoda, en el sofá de su casa al contemplar la derrota de sus compatriotas velocistas.

Thompson, de 25 años, campeona olímpica de 100 y 200 metros en Río, partía como favorita frente a Dafne Schippers (subcampeona mundial en Pekín y campeona mundial de 200 en 2015) y Torie Bowie (campeona USA, subcampeona olímpica y bronce mundial en Pekín).

La jamaicana era la más rápida del año con sus 10.71 de junio en Kingston y todavía no había perdido una sola carrera de 100 metros esta temporada, incluidas cuatro de la Diamond League, pero en la hora suprema Thompson no estuvo en la zona caliente.

La victoria de Bowie se une a la de Justin Gatlin, que ayer fue abucheado en la ceremonia de entrega de medallas un día después de su sonada victoria sobre el plusmarquista mundial, Usain Bolt, que se despedía de la competición individual en la final de 100 metros.

Por una vez, el medallista de bronce, Bolt, fue quien recibió el mayor apoyo del público, aclamado de forma incondicional. El subcampeón, Christian Coleman, también estadounidense, recibió aplausos más tibios. Cuando sonó el nombre de Gatlin, dos veces suspendido por dopaje, los abucheos en las gradas fueron mayoritarios, frente a una parte del público que sí le aplaudió. El propio Bolt felicitó ayer públicamente al estadounidense y reconoció que se había merecido la victoria.

En otros resultados de la jornada, la griega Ekaterini Stefanidi, campeona olímpica de pértiga, prolongó su reinado tras salir airosa de un nuevo duelo con la estadounidense Sandi Morris, como en los Juegos de Río 2016.

Un salto de 4,91 metros, ejecutado al primer intento, entregó a Stefanidi, invicta este año, una nueva medalla de oro en alta competición, relegando a Morris otra vez al segundo puesto (4,75).

La medalla de bronce habló español por partida doble. La cubana Yarisley Silva, defensora del título, y la venezolana Robeilys Peinado compartieron el tercer cajón del podio con 4,65, que en el caso de esta última es récord nacional.

En el círculo de peso, el neozelandés Tom Walsh remató con un tiro de 22,03 metros una final en la que el gran favorito, el estadounidense Ryan Crouser -campeón olímpico y líder del ranking del año- terminó lejos del podio. El norteamericano Joe Kovacs, subcampeón olímpico, volvió a ser segundo (21,66) y el croata Stipe Zunic se alzó con el bronce con 21,46, cinco centímetros más que el checo Tomas Stanek, mientras Crouser terminó sexto con 21,20.

La guerra del heptatlón terminó como se esperaba. Un año después de coronarse campeona olímpica en Río, la belga Nafissatou Thiam ratificó con solo 22 años su condición de atleta más completa del mundo al conseguir el título mundial con 6.784 puntos, 26 menos que en la final olímpica. La alemana Carolin Schafer, con 6.696, y la holandesa Anouk Vetter, actual campeona de Europa, con 6.636, acompañaron en el podio a la nueva estrella del atletismo belga.

La bahrainí Rose Chelimo negó a Edna Kiplagat un triplete sin precedentes en el maratón de grandes campeonatos (olímpicos o mundiales) al imponerse a la keniana en el último kilómetro de la final mundialista con un tiempo de 2h27:11.

En el masculino, Geoffrey Kipkorir Kirui se sobrepuso a un momento de crisis cuando sostenía en cabeza un mano a mano con el etíope Tamirat Tola para dar a Kenia el quinto título mundial con un tiempo de 2h08:27.

Tola hubo de conformarse con la medalla de plata (2h09:49) mientras por detrás el tanzano Alphonce Simbu, quinto en los Juegos de Río, progresó hasta la medalla de bronce con 2h09:51.

Orlando Ortega, a la final

Para la delegación española la mejor noticia la protagonizó Orlando Ortega, medallista de plata olímpico en 110 m vallas, que enganchó el tren de la repesca para meterse por primera vez en su vida en la final de un Mundial, aferrándose a la esperanza de recuperar la forma del pasado año en una temporada de lesiones.

Hoy Ortega estará otra vez en la lucha por las medallas. Competidor como pocos, se ganó el puesto con un registro de 13.23 que le dio una de las dos plazas de repesca. Partió por la calle 4 en la primera serie y llegó a mitad de trayecto en condiciones de sacar a relucir su poderoso final, como había hecho en la final olímpica, pero su forma física no era la misma.

Terminó cuarto con 13.23 y sólo pasaban dos por puestos. "Sólo queda rezar", comentó durante la espera. Y al final su marca fue suficiente para pasar. En la segunda semifinal, Yidiel Contreras careció de toda opción. S