El Lazio conquistó la Supercopa italiana al imponerse por 3-2 al Juventus en un partido emocionante, en el que estuvo por delante 2-0 y empató 2-2 con un doblete de Dybala, antes de hacerse con el triunfo en el 93.

El joven Alessandro Murgia, formado en la cantera del Lazio, fue quién empujó en el tiempo de descuento el balón que valió la cuarta Supercopa de la historia del Lazio y que acababa con el Juventus.

Los turineses disputaron un partido insuficiente hasta la recta final y solo un gran Dybala, que estrenaba la camiseta número 10, había logrado reabrir un encuentro que terminó merecidamente en las manos de los romanos.

La superioridad del conjunto romano tuvo premio en el minuto 32, cuando Buffon derribó en el área a Immobile y concedió un penalti; el delantero transformó el 1-0.

Immobile cabeceó un centro de Marco Parolo y le dio al Lazio una merecida ventaja. Esa diana parecía poder sentenciar el encuentro, pero el Juventus recortó distancias en el 84 gracias a una falta directa de Dybala.

Los turineses consiguieron la igualada en el 90, cuando Álex Sandro consiguió una pena máxima que Dybala transformó. Lukaku entró en el área con una gran jugada personal y dio a Murgia el balón que supuso el 3-2 para el Lazio.