Campeones del mundo. Los coruñeses Eduard Lamas e Ignacio Alabart y el liceísta Xavi Malián -además del delegado José Luis Huelves-, se colgaron ayer en Nanjing (China) la medalla de oro en los World Roller Games con la selección española de hockey sobre patines. Los tres fueron protagonistas. Un eje coruñés que cimentó una corona mundial. Malián se erigió, si no lo era ya, como el mejor portero del mundo y supuso un seguro de vida bajo palos; Lamas aportó la solidez defensiva además de un gol y uno de los penaltis que dieron el título; y la creatividad y soltura las puso Alabart pese a su juventud (21 años), incluso en los minutos más complicados.

Porque el sufrimiento fue máximo. La final contra Portugal se decidió en los penaltis y eso que parecía sentenciada a diez segundos para la bocina. España ganaba por 3-2, tenía una falta directa a su favor y un jugador más por azul al portero luso. Pero en apenas seis segundos se mascó la tragedia porque Raúl Marín falló, vio azul y en la bola parada en el otro área, Helder Nunes empató tras tres rechaces ante Malián y cuando solo quedaban dos segundos por jugarse. En la prórroga, no se movió el marcador pesa a la insistencia española frente a la indolencia portuguesa. En los penaltis, Malián blindó la meta y solo fue batido por João Rodrigues. Eduard Lamas y Albert Casanovas marcaron para el bando nacional.

El partido siguió el guión esperado. Las defensas mandaban sobre las delanteras. España había maniatado a Italia así en semifinales, lo mismo que Portugal a Argentina. No había concesiones. Tampoco florituras. De hecho, los dos goles del combinado que dirige Alejandro Domínguez en el primer tiempo fueron de sendos rechaces aprovechados por Casanovas frente al portero Girao.

La segunda parte comenzó, sin embargo, mal para los intereses españoles. Malián, impecable durante los primeros 25 minutos, recibió dos goles casi seguidos. El primero en un rechace, el segundo cuando España jugaba en inferioridad. Portugal movió muy bien la bola para encontrar a Alves en el segundo palo.

Había que volver a empezar. Eduard Lamas siguió siendo uno de los más destacados. Infranqueable en defensa, marcó el tercero con un disparo cruzado. Quedaban diez minutos. España resistió de la mano de Malián, que hizo las paradas más inverosímiles. La selección hizo fácil lo difícil y viceversa. Los diez segundos finales fueron de esperpento. Directa a favor que el seleccionador pide que se tire fuera. Otra en contra con cuatro por jugar que rindieron para que Nunes tirara hasta tres veces. Con polémica o sin ella, se fue a la prórroga y de ahí a los penaltis.

Tras varios fallos, marcó primero João Rodrigues. Contestó Lamas, otro extra a su excelente Mundial. En el momento decisivo, cara a cara Albert Casanovas y Pedro Henriques. Compañeros y campeones de Europa esta temporada en el Reus. Pero rivales y protagonistas de la última jugada del Mundial. El español, especialista en este tipo de lanzamientos, fusiló. España suma una estrella más a su camiseta. Ya son 17 y recupera el cetro que había perdido hace dos años ante Argentina tras cinco títulos mundiales consecutivos.